Los cerca de sesenta alumnos del ciclo técnico superior de enseñanza de actividades socio-deportivas disfrutaron en la mañana de ayer de una clase fundamental a todos los efectos. Aprender a comportarse en situaciones de riesgo vital conociendo las técnicas de la reanimación cardiopulmonar se convirtió en el fin perseguido gracias a la iniciativa puesta en marcha por los docentes Luis Garrigós y Conchi Pérez.
Para ello se contó con la presencia en el IES Miguel Ángel González de profesionales sanitarios del Hospital do Salnés para enseñar e interactuar con los alumnos sobre los diferentes protocolos a llevar a cabo en el caso de encontrarse con una situación traumática. Julia Oubiña, Ángeles Castro, Eugenio Pose, Sandra Martínez, Laura González y Carlos Pérez fueron los profesionales que se involucraron de lleno en una actividad instaurada desde hace once años en la metodología de enseñanza del ciclo.
Aprender divirtiéndose es una cuestión que se vio potenciada por los avances de la propia tecnología. Y es que por primera vez una aplicación permitía evaluar de manera instantánea la maniobra de reanimación cardiopulmonar. En base a diversos parámetros como la capacidad de aire en la insuflación, el número e intensidad de las comprensiones torácicas o el flujo de aire en las vías respiratorias, los alumnos iban experimentando su proceder tanto en maniquíes de adultos, de niños o incluso de bebés.
Lo completo de la formación también quedó patente en el conocimiento de la maniobra de Heimlich, aquella que indica como actuar en una obstrucción severa a raíz de un atragantamiento. Incluso se ahondó en el buen uso de un desfibrilador semiautomático. Todo ello con la máxima implicación de unos alumnos que, en algunos casos concretos, pudieron comprobar la utilidad de esta formación de manera vivida.
El profesor Luis Garrigós quiso destacar que "es una experiencia que además de muy válida, es muy bien acogida por los alumnos. Hemos tenido casos en los últimos años de alumnos que han tenido que hacer uso de estos conocimientos incluso con algún familiar. Otros ejercen de socorristas en los veranos y también han tenido que hacer uso de esta formación".
El buen hacer del este ciclo técnico superior en esta materia también se ha convertido en una importante herramienta reivindicativa. La necesidad de dotar a todos los centros públicos de un desfibrilador externo semiautomático se ha convertido en una labor de concienciación muy intensa. Sin ir más lejos, el propio IES Miguel Ángel González Estévez no cuenta entre sus accesorios con un desfibrilador, un elemento que salva vidas cuando solo se disponen de segundos para reaccionar. Una demanda aún pendiente.
Precisamente esa calidad de la formación impartida también tiene su reflejo en que Vilagarcía cuenta con uno de los más demandados ciclos de enseñanza en actividades sociodeportivas, al que también habría que adjuntar el calificativo de vitales por ser ejemplo a seguir en esta cuestión en todo el espectro escolar autonómico.
