Las distintas señalizaciones del tráfico rodado en tramos muy similares y próximos en viales de orillamar en Vilaxoán causan perplejidad entre los vecinos que se preguntan por qué en un punto se puede circular a 50 kilómetros por hora y a continuación se marca el límite a la mitad, en dos zonas de importante presencia de peatones.

La calle que discurre entre el parque de Dona y el edificio del Instituto de Control da Calidade do Medio Mariño de la Xunta cuenta con un concentrado número de señales de tráfico que advierten del paso de peatones, de los lomos de burro o badenes para reducir la velocidad, y de la limitación para circular a un máximo de 30 kilómetros/hora.

Pero el caso es que a menos de 50 metros, ya entre la playa de O Preguntoiro y el centro sociocultural de Vilaxoán, solo hay una señal de limitación de velocidad a 50 kilómetros/hora, y no se advierte de ningún paso de peatones, ni de los badenes, que también existen. Se trata de una zona, también con muchos peatones que, aumenta la densidad de circulación en verano con la playa de bandera azul.