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La flota inicia la campaña de la anguila con la esperanza de que la especie esté recuperada

Las capturas de los últimos años están muy lejos de la época de esplendor de la especie

Pescadores de lamprea y anguila con nasa butrón en el Ulla. // N. Parga

El viernes comenzaba la temporada de pesca de la anguila en aguas marítimas y hoy lo hace en las continentales. Se trata de una especie venida a menos que suele asociarse a ríos como el Ulla, pero que pasa buena parte de su vida en rías como la de Arousa y la plataforma continental.

Tiene hábitos semejantes a la lamprea, un primitivo pez que este año vuelve a escasear en el mentado cauce fluvial, haciendo del buen arranque de temporada solo un espejismo.

A la espera de que la lamprea aumente su presencia ahora que las últimas lluvias han elevado el caudal, la flota que faena en el Ulla confía en que la anguila ayude a compensar esa escasez.

Pero no solo estos pescadores, los conocidos como valeiros, están expectantes ante la nueva temporada. Lo está todo el sector, con la esperanza de que esta especie empiece a recuperarse después de unos años francamente malos.

Baste decir que durante el pasado ejercicio se vendieron 27 toneladas en las lonjas gallegas y que en 2017 habían sido 24 toneladas. Muy lejos de las 33 toneladas de 2016, las 47 alcanzadas en 2013 y, desde luego, de las 63 toneladas de anguila de 2006 o de las más de 50 toneladas subastadas en 2001.

Es evidente que la anguila no atraviesa su mejor momento, a pesar de tratarse de un recurso importante en lonjas como las de Arcade, con 20 toneladas el año pasado, o Carril, donde se subastaron cinco.

El cupo en el río

Precisamente ese es el cupo establecido por la Consellería de Medio Ambiente -exactamente 5.176 kilos- para el colectivo de valeiros que desde hoy puede operar en la desembocadura del Ulla, entre las Torres do Oeste (Catoira) y Cortegada (Vilagarcía).

Estos pescadores -37 tripulantes a bordo de 18 embarcaciones pertenecientes a las cofradías de Carril y Rianxo- van a largar hoy sus nasas butrón, con un tamaño de malla inferior al de las empleadas para la pesca de lamprea.

"A partir de las diez de la mañana levantaremos las nasas de lamprea en Pontecesures y a lo largo de la tarde largaremos entre las Torres do Oeste y Cortegada las de anguila", explicaban ayer los pescadores.

"Aunque la campaña de la lamprea empezó muy bien llevamos dos semanas de pobres capturas, por lo que esperamos que empiece a aparecer de nuevo, ahora que subió el caudal del río, y si no es así deseamos que, al menos, podamos encontrar anguila", añaden los valeiros.

Acto seguido reconocen: "Estábamos esperando como el ciego por la vista el comienzo de la campaña de la anguila, que estaba en veda desde el pasado 1 de noviembre".

Indican, también, que "en Arcade y Ferrol se dedicaron durante esta veda al trasmallo y el marisqueo, pero nosotros, en Carril y Rianxo, dependemos desde que empezó el año exclusivamente de la lamprea, y si ésta no remonta el río no tenemos ingresos, de ahí la importancia de poder capturar anguila", que el año pasado marcó un precio medio de 12 euros en la lonja carrilexa.

Medio Ambiente

Hay que recordar, en cuanto a la pesca continental -regulada por la Consellería de Medio Ambiente-, que va a efectuarse hasta el 31 de octubre con un calendario de entre 20 y 23 días mensuales y un máximo de 197 jornadas, siempre de 12.00 horas del lunes a 12.00 del sábado.

Se autoriza exclusivamente la captura de anguila en la fase de su ciclo vital denominada "anguila amarilla" y que alcance la dimensión mínima de 20 centímetros.

Los expertos explican que los angulones -cuando superan los 12 centímetros de longitud- son anguilas juveniles que cambian su pigmentación, tornándose pardo verdosas, con la parte ventral amarilla o blanca y en los laterales puntos blancos o grises. Es en esa etapa cuando se denominan "anguilas amarillas", que suelen ocupar todo el hábitat fluvial, desde los estuarios hasta las cabeceras de los ríos, remontándolos para seguir desarrollándose y permanecer en ellos durante décadas antes de regresar aguas abajo y alcanzar la madurez sexual.

Medio Ambiente deja claro que se evitará la captura -deben ser devueltos inmediatamente al agua- de ejemplares de "anguila plateada".

La malla de las nasas butrón empleadas para la anguila debe tener más de 14 milímetros, medidos en diagonal y mojada, y las artes de pesca de cada cacea deben estar unidas por una cuerda que llevará en cada extremo una boya de tamaño mínimo de 20 centímetros.

Estas caceas, como las que desde hoy van a calarse entre el puente interprovincial Catoira-Rianxo y la parte baja de la isla de Cortegada, deben situarse en dirección paralela a la corriente y no podrán cruzarse ni en el canal ni en el estuario, "programándose el calado de forma que siempre quede libre una anchura del río suficiente para el normal movimiento de las especies piscícolas migradoras".

Diez por tripulante

No podrán depositarse en el Ulla más de diez nasas butrón por cada tripulante habilitado, con un máximo de 80 por embarcación y cada jornada de pesca.

Como se detallaba hace días en FARO, la pesca de anguila en el Ulla puede realizarse en tres zonas concretas. La primera, que es también la más alta y la que, a priori, presenta mejores expectativas, se sitúa entre el puente de Catoira y la línea recta imaginaria que une Punta Palleiro con Punta Grandoiro.

La zona media baja desde esa línea recta imaginaria hacia la que se traza entre playa Longa y Punta Seveira. La Zona C o baja corresponde al tramo comprendido entre esa línea imaginaria y la que une Punta Seveira con Punta Rebordexo y su continuación, bordeando la isla de Cortegada hasta el faro del dique de Carril.

Consellería do Mar

En cuanto a la pesca en aguas marítimas -también hasta el 31 de octubre-, la Consellería do Mar permite participar a embarcaciones con permiso para nasa butrón -tanto en horario diurno como nocturno- y nasa de anguila, éstas de uso exclusivamente diurno.

La nasa butrón consta de una parte central rectangular de red. En su extremo, y perpendicularmente, se sitúan tres embudos concéntricos de red que desembocan en una última cámara, donde quedan atrapados los peces. La longitud máxima será de 6 metros, con una altura o diámetro máximo en el primer aro de 500 milímetros de alto y 700 milímetros de ancho, un diámetro máximo 400 milímetros en el segundo aro, 350 milímetros en el tercero y 340, en el cuarto.

La nasa de anguila, de forma casi cilíndrica, tiene dos aberturas en las caras contrarias, una de entrada en forma de embudo y otra provista de tapadera que sirve para retirar las capturas. Su longitud máxima es de 670 milímetros y la altura o diámetro máximo, de 350.

Las nasas no se pueden calar ni permanecer en el mar los fines de semana, de las 12.00 horas del sábado a las 12.00 horas del lunes.

Ninguna embarcación puede emplear más de 80 nasas de anguila o nasas de butrón al día, independientemente de la zona de pesca.

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