El gobierno de Vilagarcía deberá buscar una ubicación alternativa a la escuela infantil de Vilaxoán para trasladar el transformador que actualmente se encuentra junto al lavadero. Así lo acordó ayer el pleno de la corporación a instancias de una moción del PP que se aprobó con los votos favorables de toda la oposición a excepción del concejal no adscrito, Miguel Alves, que se unió al gobierno socialista a la hora de levantar la mano en contra de la propuesta conservadora. No obstante, pese al acuerdo plenario, el alcalde, Alberto Varela, dio por hecho que el transformador se quedará donde está, argumentando que la compañía eléctrica solo acepta el emplazamiento de la guardería. "Siento por la asociación de vecinos que el proyecto se vaya a quedar en el tintero, al menos de momento", lamentó el regidor justo antes de proceder a una votación que sabía que perdería.

De hecho es de las pocas veces del mandato, o incluso la única, que la oposición echa por tierra una iniciativa del PSOE, que gobierna en minoría.

Esta vez Varela no contó con el respaldo del BNG. El concejal Xosé Lois Leirós dejó claro que su formación "antepone los intereses de los vecinos a los partidistas" y que por ello el nuevo transformador previsto, moderno, soterrado y protegido por un búnker de hormigón, "donde está bien es lejos de la escuela infantil". "Los vecinos no quieren vivir con esa preocupación de tenerlo ahí debajo", recalcó el edil nacionalista.

Tanto Somos Maioría como Esquerda Unida y el impulsor de la moción, el Partido Popular, se pronunciaron en esta línea. Unos más alarmistas que otros, pero todos los grupos de la oposición coincidieron en que el "riesgo cero" no existe e instaron al gobierno socialista a buscar otros emplazamientos en Vilaxoán para la polémica instalación eléctrica.

El alcalde dijo que "este gobierno no tiene ningún tipo de competencia" a la hora de decidir la situación del transformador y que tanto los técnicos municipales como los de la Xunta avalan su ubicación en los bajos de la guardería. Según el informe del ingeniero municipal, el aparato se preveía bajo la zona administrativa, "a una distancia de 15 metros como mínimo del aula más cercana".

Tanto el primer edil como la portavoz del gobierno, Tania García, acusaron a la oposición de rechazar el transformador en la guardería porque se aproximan las elecciones.

En cuanto a la postura de los vecinos, con los que el ejecutivo socialista se reunió esta semana, todavía no han trasladado al Concello una decisión, ya que hay división de opiniones entre ellos, un extremo que admitió el grupo de gobierno. "Ese rechazo social de la ciudadanía de Vilaxoán no está aquí, en el pleno, porque solo hay un vecino de Vilaxoán", espetó García a la oposición.

Por su parte, la portavoz del PP y defensora de la moción, Elena Suárez, reprochó al PSOE que la diputada Patricia Vilán rechazase en el Parlamento el transformador del colegio pontevedrés de Barcelos, pues "a nadie se le escapa que un transformador en un colegio es un peligro", dijo Suárez parafraseando a la parlamentaria socialista y logrando el apoyo del BNG y de Esquerda Unida, que también preguntaron en la sesión "por qué en Pontevedra sí y en Vilaxoán no".

Tras escuchar las intervenciones de los distintos partidos de la oposición en las que advertían del peligro de que un transformador estuviese bajo la nueva escuela infantil, la portavoz del gobierno vilagarciano los acusó de "alarmistas", probablemente "porque estamos a punto de iniciar una campaña electoral", insistió.

"Ya que nos estamos poniendo catastrofistas, vayamos al límite. En Vilagarcía la mayor parte de los incendios se producen en las cocinas. Tenemos calderas para la calefacción, los rayos que caen del cielo, posibles meteoritos... Entonces no salgamos a la calle porque nos puede caer una maceta en la cabeza", dijo la concejala, que no olvidó reprender a la bancada contraria por "ir a hacerse la foto" con los vecinos de Vilaxoán pero sin hablar con ellos.