Muy conocida por los profesionales del sector del mar y los amantes de los barcos de recreo y los deportes náuticos, entre ellos laureados regatistas y personajes tan populares como el Rey emérito Juan Carlos I, que visitó las instalaciones en varias ocasiones -antes y después de abdicar-, Astilleros Garrido S.L. es una empresa familiar asentada en O Grove que forma parte de la historia de Galicia.

Los Garrido -y van ya cinco generaciones haciéndose cargo del negocio- mantienen con vida la tradición de la carpintería de ribera, con la que empezaron su singladura a mediados del siglo XIX construyendo dornas, racús y motoras.

En la actualidad compatibiliza los métodos tradicionales de construcción con las nuevas tecnologías y el manejo de materiales de alta calidad, tanto para construir barcos como para realizar labores de mantenimiento y restauración de la flota. Y da igual si se trata de yates como de barcos de competición, dornas, naves auxiliares de acuicultura o pesqueros.

José Garrido Fernández, su actual gerente, explica que todo empezó de la mano de Manuel Garrido Otero, su tatarabuelo. Él fue quien "levantó un pequeño galpón de unos cien metros cuadrados cerca del puerto de O Grove", el mismo lugar donde permanece la empresa, aunque ahora con unas instalaciones mucho más avanzadas.

De este modo se encarga de garantizar la seguridad de la flota y de mejorar el rendimiento o prestaciones de sus naves. Como también de embellecerlas o mejorar las condiciones de maniobrabilidad y accesibilidad, especialmente en el caso de los barcos de recreo.

Es así cómo la carpintería de ribera sigue viva unos 150 años después de que se construyeran en esta industria de la avenida Irmáns Otero Goday las primeras dornas, chalanas, chalupas y gamelas.

Fue aquí donde José Garrido Moldes, el bisabuelo de los carpinteros actuales, su primo, José Garrido Carrera, y sus dos hijos, Ramón y Manuel Garrido Álvarez, construyeron un gran cantidad de dornas y otras embarcaciones gallegas tradicionales.

Con posterioridad -en los años treinta del siglo pasado- fue Manuel Garrido Álvarez, el abuelo del actual propietario, quien se hizo cargo de esta carpintería de ribera y construyó barcos como el "Voltaire", una embarcación tradicional de 14 metros de eslora dedicada a la pesca de la sardina y dotada de un motor auxiliar de gasolina.

En Astilleros Garrido presumen de ese trabajo, como también del realizado con motoras como "O'Meco", construida en 1936.

Una vez jubilado el "abuelo Manuel", en los años sesenta, fue José Garrido Vidal quien tomó las riendas del negocio familiar y empezó a construir las primeras bateas de mejillón. Dicen en Astilleros Garrido que aquel trabajo "no era complicado, teniendo en cuenta las destrezas de los carpinteros de ribera".

Hoy en día son cuatro los "hermanos Garrido", aunque solo José (Pepe), Carlos y Fabián mantienen la tradición familiar del astillero "en el mismo lugar donde muchos años atrás nuestro tatarabuelo fundó esta industria", resaltan.

Y de ahí siguen saliendo verdaderas joyas náuticas, como hace una década lo fue la "Sara", una dorna de tope "alistonada, con cubierta cómoda y habitable, dotada de cocina, baño, dos camas y todos los avances técnicos y electrónicos".

Fue construida para tener su puerto base en O Grove. Pero junto a ella podrían citarse otras naves "paridas" o reformadas casi por completo en este astillero meco y enviadas a otros puntos de Galicia, como el yate vigués "Dulcamara", el "Tango IV" o la dorna "A Reiboa", entre muchos ejemplos más.