La oleada de atracos, hurtos y robos detectada en Vilagarcía en los últimos meses no es un caso aislado. El mismo problema se detecta en otros municipios de la comarca de O Salnés y el territorio del Ullán.

Recientes son los robos cometidos en viviendas del Concello de O Grove, donde una y otra vez se reclama presencia de Policía Local por las noches.

Como frescos en la memoria de muchos estarán también los asaltos cometidos en diferentes negocios de Cambados y Vilanova, así como los tiroteos registrados en estos municipios y en el vilagarciano. Sin olvidar los negocios que se vieron afectados en Pontecesures ni las viviendas de Catoira donde los ladrones aprovecharon la ausencia de sus propietarios para acceder al interior y desvalijarlas por completo.

A esto se suman los robos perpetrados en iglesias e industrias y, en definitiva, una larga lista de propiedades públicas y privadas atacadas por los amigos de lo ajeno, para indignación de la sociedad.

Es cierto que muchos de estos casos fueron inmediatamente esclarecidos por la Policía Local, la Nacional y/o la Guardia Civil, pero también lo es que hay delincuentes que "duran muy poco en prisión", según lamentan vecinos y agentes del orden.