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Fontecarmoa vuelve a ser víctima de la humedad ante el hartazgo de los clubes

-Se cerró un pabellón por la dificultad de los jugadores para mantener la verticalidad -Un partido cadete entre CLB y Tui terminó cuatro horas después del inicio previsto

Los cañones de calor, apagados durante los partidos por seguridad, tampoco pudieron impedir el riesgo para los jugadores. // Noé Parga

Los pabellones de Fontecarmoa han vuelto a padecer en la jornada de ayer los inconvenientes de la humedad. Un problema que lleva instalado en la instalación deportiva vilagarciana que acoge los partidos y entrenamientos de los clubes de baloncesto de la localidad.

Las dificultades para mantener la verticalidad debido a las carencias estructurales de la instalación obligó a alterar el ritmo normal de la jornada deportiva. Concretamente el pabellón número 2 tuvo que ser cerrado debido al estado impracticable de la pista de juego. Ello hizo que un partido de categoría cadete previsto para las 12.00 horas entre el Sigaltec y el Tui tuviese que ser suspendido, a la espera que el club vilagarciano encontrase una pista alternativa para evitar una sanción federativa.

Finalmente ese encuentro se disputó a partir de las 14.00 horas en el pabellón central de Fontecarmoa dado que no quedaba otra posibilidad, lo que hizo que los deportistas no pudiesen regresar a sus domicilios hasta cerca de las cuatro de la tarde después de más de cinco horas en el pabellón.

Precisamente el pabellón central también fue víctima de la condensación. Ni siquiera la utilización de unos cañones de calor en los momentos previos a los partidos pudo contener una humedad que convirtió el juego en todo un riesgo para sus practicantes.

A las 12 del mediodía se disputó un encuentro de categoría sénior en el que el primer equipo masculino de Vilagarcía, el Sigaltec, se enfrentó al Bosco Salesianos de Ourense en lo que era una auténtica pista de patinaje. Los resbalones y las caídas fueron continuos e incluso los jugadores ourensanos amagaron en un par de ocasiones con abandonar el partido debido al pésimo estado de Fontecarmoa.

El hartazgo respecto a lo que sucede en el pabellón todos los años ya no se oculta. Y es que incluso las gradas del pabellón presentaban un peligroso aspecto que obligaba a bajar con mucho cuidado los escalones para no resbalar.

Cabe recordar que en este pabellón también entrena diariamente y disputa sus partidos el Cortegada, club que compite en la segunda categoría en importancia del baloncesto femenino español y que también sufre estas carencias.

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