Los comerciantes y hosteleros de la Rúa Real, en Cambados, barajan endurecer las medidas de presión hacia el Ayuntamiento por el cierre al tráfico de la plaza de Fefiñáns y de las calles de su entorno. Así, en una reciente reunión, los afectados pusieron sobre la mesa la posibilidad de concentrarse delante de la casa consistorial y de volver a cerrar sus establecimientos, como ya hicieran al paso de la Cabalgata de Reyes.
Además, los dueños de negocios van a solicitar por escrito una reunión con el grupo de gobierno, después de que todas sus peticiones anteriores hayan quedado sin responder. El malestar del sector ya se lleva haciendo patente desde hace más de un mes, y estalló cuando los dueños de 16 negocios firmaron un escrito pidiendo la reapertura de la plaza y del vial.
Posteriormente, durante la Cabalgata de los Reyes Magos, algunos afectados colocaron carteles alusivos a los daños económicos que les está originando la peatonalización o llegaron a cerrar sus puertas y a ocultar con plásticos negros sus escaparates para hacer más visible su enfado.
En la Rúa Real hay una veintena de negocios, entre tiendas y locales de hostelería. Buena parte de los mismos están indignados con el Ayuntamiento de Cambados, porque mantiene cerrada al tráfico la plaza de Fefiñáns y la Rúa Real, lo que, según ellos, está provocando la pérdida masiva de clientes.
Llevan tiempo solicitando una reunión con el concejal de Tráfico, José Ramón Abal, o con la alcaldesa, Fátima Abal, pero según los hosteleros ambos se dedican a darles largas. La regidora les responde que es un asunto de la competencia directa de José Ramón Abal, y éste último ya suspendió tres veces las reuniones previamente acordadas.
Así las cosas, a los afectados ya empieza a agotárseles las paciencia, y en su última reunión decidieron volver a movilizarse. Algunos comerciantes han optado también por medidas de protesta simbólica, como eludir su presencia en cualquier tipo de acto en el que vayan a estar José Ramón Abal, a quien consideran el principal culpable del cierre, o Xurxo Charlín, a quien reprochan que reaccionase a las quejas de los hosteleros avisando de que hay locales que no cumplen la ordenanza de terrazas.
Asimismo, en su último encuentro acordaron también redactar una carta abierta, en la que recuerdan que en la Rúa Real trabajan unas 80 personas. "No pretendemos ser el motor de Cambados, porque no lo somos, pero sí es verdad que de nuestros negocios viven más de 50 familias de Cambados y alrededores, a las cuales sí les importa si se cierran nuestros negocios o no".
También cargan contra José Ramón Abal, "ya que de tres reuniones acordadas, las tres fueron anuladas a última hora y sin más. No se puede tolerar que un responsable público desprecie de esta forma a los negocios que tratan de pedir explicaciones, y sobre todo soluciones a un problema creado por él mismo".
Prosiguen apuntando que "ninguno de nuestros gobernantes sabiendo el problema que tenemos da la cara. Ese es nuestro enfado, les hemos votado para que nos escuchen, no para que nos tomen el pelo y nos den largas. Es más, al sector de la hostelería por pedir soluciones al problema solo se supo amenazarlo con las terrazas".
