La proliferación del uso de la telefonía móvil parece no tener límites. Hoy en día resulta bastante extraño encontrar a alguien sin un smartphone y además, cada vez queremos estar más conectados, con mayor cobertura y velocidad para navegar por la red. Y ello lleva aparejado un incremento de la cantidad de antenas instaladas en los municipios para que el creciente número de abonados pueda acceder a la red del operador y a los servicios que ofrece con garantías de buena comunicación. Según los datos del Ministerio de Hacienda sobre la cuota del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) que abonan las compañías telefónicas, O Salnés y Ullán suman un total de 506 antenas (en 2017), lo que se traduce en un espectacular incremento del 51% en un periodo de tan solo cuatro años. Y es que en 2013 esta misma estadística contabilizaba entre los doce ayuntamientos que componen sendas comarcas 335 repetidores de telefonía móvil. Actualmente hay uno por cada 240 vecinos.

La instalación de estos aparatos ha aumentado en todos los concellos sin excepción, aunque en unos más que en otros. El que cuenta con más antenas es Sanxenxo, concretamente con 126, frente a las 89 de 2013 y a las 115 de Vilagarcía, la localidad más poblada de la comarca.

El padrón de habitantes vilagarciano duplica al sanxenxino, sin embargo la población flotante del municipio turístico de toda Galicia por excelencia es notablemente más elevada, de ahí la necesidad de un mayor número de antenas, para poder dar cobertura a los terminales de vecinos y turistas que abarrotan Sanxenxo, sobre todo en la época estival.

Después de Sanxenxo y Vilagarcía, el concello con más antenas es O Grove (62). Tiene unos 3.000 vecinos menos que Cambados, pero 16 repetidores más que la villa albariñense. En este caso ocurre algo parecido a lo de Sanxenxo, pues en verano la localidad meca atrae a numerosos visitantes. Según la información que Hacienda ha publicado en la oficina virtual de entidades locales, en O Grove funcionan 62 antenas y en Cambados 46.

Meis duplica a Ribadumia

Meis, que no llega a los 5.000 habitantes, contabiliza 33 antenas, una cantidad muy superior a la de los municipios vecinos con padrones similares. Esto puede explicarse porque el meisino es el concello más extenso de todo O Salnés, con 52 kilómetros cuadrados de superficie (Vilagarcía tiene 44 y Sanxenxo 45), y además es una localidad eminentemente rural con la población muy dispersa.

Sin ir más lejos, Ribadumia, con más habitantes que Meis, cuenta con la mitad de antenas de telefonía móvil, 13, las mismas que Valga, ya en el Ullán. En Vilanova, con el doble de vecinos que Meis, están instalados 26 aparatos. En A Illa 21, y en Meaño 23.

En lo que respecta a la zona del Ullán, Catoira es el municipio con más antenas, 17, frente a las 13 de Valga o a las 11 de Pontecesures. La localidad catoirense también es en la que se han colocado más repetidores en los últimos años, ya que en 2013 tenía 9 y ahora 17.

Ingresos del IAE

Los ayuntamientos reciben una parte de la recaudación que obtiene el Estado de las compañías telefónicas por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), un tributo que grava a las empresas que facturan más de un millón de euros al año. El Ministerio de Hacienda fija una cuota nacional que cobra a las operadoras. Una vez ingresada, la redistribuye entre los municipios en función del número de abonados (padrón de habitantes) y de antenas. A los concellos llega el 80% de esa cuota y a las diputaciones el 20%.

Según los últimos datos publicados, correspondientes al ejercicio 2017, O Salnés y Ullán han recibido casi 246.000 euros, que se reparten en 59.000 para Vilagarcía, 56.000 para Sanxenxo, 28.500 para O Grove, 23.000 para Cambados, 14.000 para Meis y similar cantidad para Vilanova, 11.000 para Meaño, 10.000 para A Illa y entre 7.000 y 8.000 para Catoira, Ribadumia y Valga. Pontecesures, con poco más de 3.000 habitantes, ingresó cerca de 5.500 euros.