Los grovenses han visto cumplido uno de sus sueños. La carretera de San Vicente, en el entorno de la iglesia parroquial, ha sido reformada de manera más que evidente. Se trata de una propuesta de mejora de la seguridad vial en la que se invirtieron 540.000 euros y con la cual se da prioridad absoluta a los peatones.

Así lo destacó ayer el alcalde, José Cacabelos, durante la visita cursada a las obras, "que están prácticamente terminadas, a la espera de la señalización horizontal y vertical, que se instalará en los próximos días".

El regidor lo considera "uno de los proyectos más importantes del presente mandato", de ahí que ayer no ocultara su satisfacción al recorrer este espacio en compañía del concejal del Rural, Juan Otero, y la edil de Obras, Ángeles Domínguez.

"Era una de las principales demandas de los vecinos de San Vicente desde hace muchos años", esgrime el primer edil antes de explicar que "los peatones tendrán ahora más protagonismo, porque es una carretera que pasa a tener características de calle urbana, y por tanto la preferencia es para los caminantes".

Se consigue, por ejemplo, tras la instalación de aceras de 2,5 metros de ancho en buena parte del trayecto, mientras que allí donde no fue posible conseguirlo, debido a que la plataforma era demasiado estrecha a causa de la existencia de viviendas ya consolidadas pegadas a la misma, "optamos por instalar plataformas de calmado del tráfico".

En ellas "los coches van a tener que circular a 30 kilómetros por hora, de ahí que también instaláramos reductores de velocidad en diferentes puntos de este trayecto" que da acceso tanto a la iglesias como a playas tan concurridas cada verano como Area Grande y O Carreiro, así como al yacimiento arqueológico de Adro Vello.

Paralelamente "se procedió a adecentar todo el entorno de la iglesia de San Vicente", sumándose este proyecto "a las actuaciones acometidas anteriormente en cuanto a dotación de badenes y pasos de peatones sobreelevados pensados para el control de la velocidad de los vehículos en distintos puntos".

Sabedor de que ese exceso de velocidad en muchas de las carreteras de la península meca es "una de las grandes preocupaciones de nuestros vecinos", el alcalde hace hincapié en la importancia de estas mejoras, "con las que hemos cumplido uno de nuestros grandes objetivos en el rural".

Y habrá más obras que cumplan una función similar, ya que "esta misma semana nos informaban de que desde la Diputación está en licitación la rotonda del cruce de As Lampáns y As Bizocas, que es otra obra que complementa estas mejoras en la parroquia tendentes a aumentar la seguridad vial", reflexiona el alcalde.

Lo mismo que plantea respecto a la inversión de 50.000 desde el tramo de subida de la iglesia "después de que llegáramos a un acuerdo con los vecinos para retranquear muros y meter nueva red de saneamiento, dejando la cuneta preparada para instalar también una acera similar a la que hemos colocado en el otro lado de la carretera; algo que haremos en cuanto dispongamos d presupuesto para ello".

José Cacabelos aprovecha también para destacar "la enorme colaboración de la Diputación, ya que para mejorar la carretera hacia la iglesia de San Vicente el Concello solo ha tenido que aportar 100.000 de los 540.000 euros del presupuesto, y además procedían del Plan Concellos del ente provincial, que también se ocupó de licitar la obra".