Una veintena de ecologistas y seis cazadores fueron denunciados ayer por los efectivos de la Guardia Civil de las compañías de Lalín y Pontevedra que -apoyadas por la Usecic velaron ayer por la seguridad en la auténtica "guerra de guerrillas" que se libró en el marco del Campeonato Provincial de Caza do Raposo. Organizado por la Federación Galega de Caza de Pontevedra en colaboración con los tecores de Cerdedo, Cotobade y Coirego, reunió a 300 cazadores y a 75 ecologistas llegados de los puntos más dispares de Galicia (como O Barbanza, O Salnés, A Coruña, Vigo y Tabeirós-Montes). Se midieron en una lucha sin cuartel durante toda la mañana.

Al término del campeonato, los animalistas anunciaron que uno de los activistas denunciará al cazador que presuntamente le habría propinado un puñetazo en la cara y le habría encañonado a él y a su compañera, irritado porque le seguían con un equipo de música. Esa presunta agresión habría tenido lugar en Borela, donde se personó la Benemérita antes de que el animalista afectado se desplazase hasta Povisa para recibir atención sanitaria con la intención, según la Asociación Animalista Libera! de presentar denuncia en los próximos días, adjuntando parte de lesiones y material gráfico que acreditaría el percance.

Por su parte, el presidente de la Federación Galega de Caza en Pontevedra, Francisco Couselo, denunciaba en representación de los cazadores el ataque con pimiento picante que los propios animalistas habrían perpetrado a primera hora de la mañana contra los perros de 5 remolques para inutilizar su olfato de cara a la cacería; daños a vehículos de los cazadores; interrupciones constantes de la cacería; además de constantes intentos de boicot (que habrían comenzado ya a primera hora de la mañana intentando sellar con silicona las cerraduras del pabellón de Cerdedo habilitado como punto de encuentro).

A mayores, los cazadores denunciaban haber sido objeto de constantes insultos, peinetas, malos modos y muchos decibelios de ruido por parte de los ecologistas en una continua provocación que buscaba hacerles perder los nervios.