"Mi momento ha llegado a su fin, creo que debo dar un paso atrás y que otros cojan el relevo". Con esta frase, Salomé Peña, alcaldesa de Ribadumia entre los años 2001 y 2015, confirmaba lo que llevaba siendo un secreto a voces en el municipio, su retirada de la primera línea política tras dos décadas como representante del Partido Popular. Visiblemente emocionada y escoltada por compañeros del Partido Popular en la corporación de Ribadumia, Peña realizó un amplio repaso a su dilatada vida política, a la que llegó en 1999 de la mano de un Partido Popular encabezado por Nené Barral y en el que comenzaba a despuntar la figura de un joven Rafael Louzán.

Todo cambió para ella un 1 de junio de 2001, viernes de la Festa do Tinto, a las 21.00 horas. Ese momento fue cuando tomó posesión como alcaldesa en sustitución de Barral, que se había visto obligado a dimitir. La exalcaldesa recuerda que "cuando llegué al Concello me encontré con grandes problemas, como la reciente aprobación de un PXOM con cientos de alegaciones y quejas en contra, deudas importantes, créditos de la caja de anticipos, los problemas del polígono industrial en el que tuvimos que pagar a dos empresas por como se habían gestionado las obras".

La exalcaldesa tenía dos opciones: "Paralizar todo como hizo el tripartito, o echarle valor y pagar lo que se debía para salir adelante, y sobre todo, defender los intereses de los vecinos; esta última fue mi opción". La llegada de Peña cambió las formas en un Concello que estaba acostumbrado a que "las decisiones las tomase una sola persona; pasamos a tomarlas en equipo y eso nos permitió comenzar a ganar la confianza de las personas". Esa confianza se vio en 2003, cuando por un apretado resultado, Peña fue reelegida como alcaldesa. "No tenía experiencia y resultaba complicado pero creo que los vecinos vieron quien defendía sus intereses". A partir de ahí se desarrollaron un sinfín de proyectos de todo tipo, destacando elementos como la Ruta da Pedra e da Auga o conseguir que "muchas empresas acabasen en Ribadumia; todas esas acciones nos permitieron superar la barrera de los 5.000 habitantes gracias a un proyecto claro para Ribadumia".

En todas esas iniciativas siempre colaboraron los vecinos, unos actores a los que Peña no dudaba en agradecer ayer que "me dieran la oportunidad de ser su alcaldesa durante 14 años, seis más como concejala y los cuatro en la Diputación Provincial". Con las lágrimas en los ojos, Peña solo espera que "sepan todos ellos que les dediqué todo mi esfuerzo y que no me arrepiento de ello".

La portavoz del PP se mantendrá en el grupo municipal hasta el término del mandato y ahora, la formación abrirá un debate interno sobre quien debe erigirse como el relevo. Nombres como el de Luis Serantes o Ramiro Lorenzo ya han pasado por las diferentes quinielas, aunque la intención del partido es dar a conocer el sustituto de Peña, al que le queda el listón muy alto, en las próximas semanas.