El Aquapark de Meis toma forma, siempre y cuando el proyecto constructivo se acabe adaptando a las exigencias que marca el Concello. Así lo reconocía ayer el alcalde del municipio, José Luis Pérez, al recordar que "la licencia se otorgará en cuanto modifiquen una serie de cuestiones, centradas en las edificaciones, algo que puede estar solucionado en el plazo aproximado de una semana". Esas dudas sobre el proyecto de urbanización que se le presentó al regidor se fundamentan en el tipo de edificaciones que se contemplaban. "Hay arquitectos que diseñan verdaderas obras de arte, pero que a lo mejor no quedan bien en un paraje natural como el elegido para el Aquapark; nosotros consideramos que es necesario adecuar el proyecto a la realidad del entorno, tanto en las edificaciones, volúmenes y materiales a utilizar". Además, también se va a mantener la zona arbolada en la que se asienta parte del futuro parque acuático de San Vicente de Nogueira.

Las diferencias no son insalvables, asegura Pérez, sino simplemente de matiz que "van a ser corregidas de forma inmediata, y en el plazo aproximado de una semana, seguro que podremos otorgar la licencia".

En lo que respecta al proyecto de urbanización de toda la zona, el período de exposición pública finalizó con pocas alegaciones, ninguna de ellas "significativa, ya que todo el mundo es consciente de que la llegada de un proyecto como este". El objetivo es que el parque pueda estar funcionando en mayo, o como muy tarde, en julio. Más allá de esta fecha "sería contraproducente para su futuro", en principio, comenta Pérez, abrirá solo durante el verano, aunque no se descarta que se amplíe esa apertura de puertas durante más tiempo.

El Concello seguirá recogiendo los currículos de los aspirantes a convertirse en uno de los 80 trabajadores, que se popone como la más importante del noroeste peninsular, tanto en dimensiones como en número de atracciones.

La superficie que se contempla para la construcción del parque acuático es de 70.000 metros cuadrados de terreno en una cantera que dejó de explotarse hace 40 años. Se construirá en propiedades de la comunidad de montes de San Vicente de Nogueira, entidad que se ahorrará los 6.000 euros que invertía en eliminar la maleza de esta zona, además de ingresar 20.000 anuales, durante los próximos 29 años, por el arrendamiento de todo este entorno.