Los vándalos han causado graves daños en la zona lúdica y deportiva de Confín desde que fue inaugurada. Y el Concello parece haberse cansado de reponer elementos deteriorados; o quizás después de haberlo hecho en tantas ocasiones ha agotado el presupuesto disponible.

Eso es lo que entienden los vecinos de O Grove que denuncian tanto los "destrozos" cometidos por los gamberros como el "abandono" al que está sometido este concurrido parque por parte de la Administración municipal.

Lo cierto es que si bien ya fueron repuestos en numerosas ocasiones -puede que más de una decena de veces- los cristales que forman el cierre perimetral siguen dañados o han desaparecido ya de este espacio. Algunos vecinos dicen que hay al menos una docena de huecos en esa mampara acristalada.

Esta circunstancia propicia que los niños salgan corriendo a la carretera detrás de los balones, con el consiguiente riesgo para su integridad física.

Asimismo, la acción de los gamberros, y en algunas ocasiones el uso indebido de las instalaciones, han deteriorado de manera notable las porterías, canastas y demás elementos de juego, de ahí que arrecien las críticas de los ciudadanos.

"Pueden caer encima de la cabeza de los niños, que además corren el riesgo de clavarse en los tornillos que están sueltos", alertan los usuarios.