El albergue social de Vilagarcía acogió durante el año pasado a 240 personas distintas, una afluencia similar a la de 2017, según sostiene la portavoz de Cruz Roja en la ciudad, Marián Vélez. La mayoría de los usuarios continúan siendo hombres transeúntes que hacen "la ruta de los albergues". Los más cercanos al de la Praza da Constitución son los de Santiago (por el norte) y Pontevedra (por el sur).

En estos días de gélidas noches próximas a los cero grados, la ONG no ha apreciado un incremento de usuarios. "El frío no es un factor que influya para que el albergue esté lleno o no", señala Vélez. De hecho la ocupación media en este mes se sitúa en seis personas diarias. Las instalaciones cuentan con un total de diez plazas y solo se han cubierto todas dos días (y no se quedó nadie fuera).

Los personas sin hogar pueden pernoctar en este albergue durante un máximo de tres días y pueden regresar a las dos semanas. Cuando la salida coincide en festivo, se prorroga. Así, en las semanas de Navidad y Año Nuevo hubo usuarios que pasaron varias noches en el edificio de la Praza da Constitución, por ejemplo estancias de jueves a miércoles.

Con la actual ola de frío, Cruz Roja ha ampliado el horario del albergue y va a mantenerlo "hasta que el tiempo dé una tregua", apunta la portavoz. Así, en lugar de entrar a las 21.00 horas, los usuarios pueden hacerlo ya a las 20.30; y lo mismo ocurre con la hora de salida, pues se retrasa en media hora: de las 9.00 a las 9.30. No obstante, hay personas que siguen utilizando el horario de siempre.

Además, también se entrega a los huéspedes un kit de ropa térmica (calzoncillos, camiseta y calcetines), así como una braga para el cuello y un par de guantes. A ello se suma el habitual kit de higiene que se distribuye durante todo el año.