Xosé Lois Vila Fariña ya forma parte de la memoria colectiva de Vilanova de Arousa un año después de su muerte. No en vano, el Concello le dedicó ayer, jornada en la que se cumplía el primer aniversario de su muerte, una plaza en las inmediaciones del castro de Cálago, en cuya zona central, cuenta con un monolito recordando al que fue Cronista Oficial del municipio.

Pocas figuras como la de Vila Fariña pueden unir no solo a la familia y amigos, sino a representantes de todos los colores políticos, ya que todas las formaciones con representación en el consistorio estuvieron presentes, confirmando el apoyo unánime que ofrecieron en el pleno en el que se aprobó el homenaje en su día. El protagonismo durante el acto fue para un gran amigo del cronista de Baión, Ramón Torrado, integrante de Amigos de Valle-Inclán. Torrado elaboró un poema expresamente para el acto que ayer se celebraba en Cálago, loando la figura de una persona "ejemplar" y agradeciendo al Concello la decisión de dedicarle un espacio "próximo a uno de los lugares más históricos de Vilanova, como es este entorno".

Torrado también destacó la celebración de "un acto sencillo, como sencillo era Xosé Lois, un hombre que se dedicó a recopilar expresiones culturales, leyendas, y sobre todo, la historia de Vilanova, y en particular, de su amada parroquia de Baión".

El homenaje tributado a Vila Fariña también estuvo protagonizado por su familia. Una sobrina y una hermana fueron las encargadas de descubrir la placa del monolito, que se encontraba oculta tras una bandera de Galicia, mientras otra hermana del cronista se encargaba de colocar el ramo de flores adquirido por el Concello para el acto.

Además de los políticos, el acto de recuerdo a Vila Fariña reunió a un buen número de personas relacionadas con el mundo de la cultura en Vilanova. Sobre todo, destacaba ayer la presencia de integrantes de la asociación de Amigos de Valle, con la que Vila Fariña colaboró en más de una ocasión. Tampoco faltó el presidente de la asociación cultural O Castro de Baión, José Sabarís, con el que Xosé Lois Vila Fariña colaboró a la hora de dinamizar la actividad cultural en una parroquia tan rural como la de Baión.

Vila Fariña fue una persona autodidacta que, desde muy joven, se centró en dar a conocer la historia de lugares tan pequeños como su parroquia natal. Mientras le acompañó la salud, el Cronista buceó en toda clase de archivos para recopilar datos con los que elaborar sus libros. De hecho, colaboró directa o indirectamente en la elaboración de gran parte de las historias de cada municipio, además de profundizar en varias investigaciones sobre la aparición de un caldo como el albariño. Hace una década, Vila Fariña sufrió una grave enfermedad que le limitó en sus movimientos. Fue a partir de ahí cuando el Concello le reconoció toda esa labor con el nombramiento de Cronista Oficial de Vilanova, un título que lució orgulloso hasta su muerte el 3 de enero de 2018.