Vientos próximos a los 100 kilómetros por hora y un reguero de incidencias, especialmente en el municipio de Vilagarcía, fueron los efectos que ayer dejó el temporal en toda la comarca. Desde la madrugada, las fuertes rachas de viento fueron una constante en toda la comarca, especialmente en las zonas próximas al litoral, donde se hizo notar con mayor virulencia.

Las estaciones meteorológicas con las que cuenta Meteogalicia en la comarca así lo atestiguaron, ya que en A Lanzada la velocidad del viento llegó a alcanzar los 98,2 kilómetros hora, mientras que en Corón, Vilanova de Arousa, la racha de mayor intensidad fue de 90,4.

En las zonas de interior de O Salnés, la influencia del vendaval se notó con menor intensidad, ya que su velocidad osciló entre los 53,1 kilómetros hora registrados en Tremoedo (Vilanova de Arousa) y los 69,9 de Torrequintáns (Meis).

La lluvia también fue un elemento que hizo su aparición en la mañana de ayer, provocando problemas por toda la comarca, especialmente en las vías de comunicación, en las que se registraron acumulaciones importantes de agua. Entre las 8.00 y las 12.00 horas, lugares como Tremoedo soportaron 15,3 litros por metro cuadrado, mientras que en A Lanzada se recogían 15. En Meis, las precipitaciones oscilaron entre los 12,8 litros por metro cuadrado de Torrequintáns y los 12,2 de Armenteira. En Corón, las precipitaciones superaron los 10,2 litros por metro cuadrado.

Las condiciones meteorológicas adversas llevaron a los concellos de la comarca a cerrar los parques y a suspender las actividades deportivas en instalaciones municipales. Esa suspensión se decretó por la mañana, pero todos los concellos decidieron extenderla a la tarde, pese a que las previsiones de Meteogalicia apuntaban que se registraría, como así ocurrió, un cambio importante en la situación meteorológica.

En el municipio de Vilagarcía, donde se registraron el mayor número de incidencias de la jornada de ayer, sobre todo en forma de inundaciones y de caída de algún árbol que llegó a afectar a la fachada de viviendas próximas.

Es el caso de la calle Nogueira, situada en las inmediaciones del recinto de Fexdega. La calle tuvo que ser cortada a la circulación por los servicios de emergencias de Vilagarcía debido a la acumulación de agua, que se acabó filtrando a varias viviendas próximas. En el estacionamiento del recinto, el viento derribó un poste de la luz que acabó impactando contra un vehículo que se encontraba allí aparcado.

Otros puntos en los que se registraron inundaciones en la vía pública fueron Rosalía de Castro, el puente de Trabanca Sardiñeira, la calle Magnolio, frente a la farmacia de Trabanca, en el puente de A Torre, en Guillán o en la calle Freixo. Además, en la zona de Carril, la caída de un árbol afectó a la fachada de una vivienda abandonada en la calle Cervantes, próxima a la PO-549 y que amenazaba con desprenderse. Otras intervenciones de los servicios de emergencia de Vilagarcía se concretaron en la avenida de As Carolinas y la rotonda del puerto, donde la calzada estaba sumamente resbaladiza; o en Rodrigo de Mendoza, donde hubo que retirar recipientes de residuos urbanos porque permanecían en la carretera obstaculizando la circulación. En esta misma calle, hubo que proceder a la retirada de banderines ante el riesgo de caída.

En el resto de la comarca también se registraron diferentes incidencias, como el anegamiento de alcantarillas o la caída de contenedores, obligando a los servicios de emergencias a acudir para retirarlos antes de que pudiesen provocar un siniestro importante. A medida que fue avanzando el día, los efectos del temporal y del viento fueron amainando hasta que, por la tarde, llegó la calma.

El fuerte viento y el oleaje obligaron a la flota de marisqueo a permanecer amarrada en sus muelles a la espera de que amainase el temporal.

Un ejemplo de ello fue la de A Illa, donde las embarcaciones de marisqueo, e incluso, gran parte de la flota mejillonera, no salieron a faenar por el riesgo que suponían las fuertes rachas de viento que había en la ría de Arousa.

En el caso de la flota marisquera, regresarán al trabajo en sus autorizaciones en la jornada de hoy y el cabildo ha decidido incrementar el tope de captura en una especie como la almeja babosa, pasando de los cinco kilogramos que estaban fijados durante esta campaña de Navidad, a siete, con el objetivo de que los marineros pierdan el mínimo posible tras quedarse sin una jornada de trabajo.

No en vano, no es la primera situación similar que viven en los últimos meses, lo que complica los ingresos de los mariscadores.

Otros puertos como el de Vilanova, si tuvieron actividad, ya que la flota se refugió en el banco marsquero de O Ariño, protegido de los vientos del sur, trabajando sin ningún tipo de problema y cogiendo los topes fijados para esa jornada.

La flota regresará a la actividad en la jornada de hoy, una vez se levante la alerta naranja decretada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por fenómenos meteorológicos adversos en todo el litoral de Galicia.