Valga es un pequeño municipio, de apenas 40 kilómetros cuadrados de superficie y 6.000 habitantes. Pero se trata de una potencia industrial, ya que gracias a las medidas de bonificación fiscal impulsadas por el Concello, la disponibilidad de suelo empresarial, las facilidades ofrecidas para acceder a él, sus buenas comunicaciones y otros factores ha sido el territorio elegido para la implantación de numerosas firmas -como sucedió recientemente con Urovesa- y el desarrollo de otras que nacieron en la localidad. Y muchas de ellas, en uno y otro caso, con líderes en sus respectivos sectores, tanto a nivel nacional como internacional. Urovesa, que exporta a 25 países, es solo un ejemplo, pues a escasos metros se encuentran la sede del Grupo Quintá, con la empresa Extrugasa como buque insignia capaz de exportar el 60% de su producción directamente a más de 30 países. Y eso sin olvidar a las firmas ODL y Exlabesa, entre otras muchas. Es tal la actividad empresarial, y tan importante la generación de empleo que conlleva, que el alcalde conservador de la localidad, José María Bello Maneiro, volvió a dejar claro ayer que quiere más, de ahí que planteara al presidente de la Xunta la necesidad de ampliar el polígono industrial.

El regidor incidió en que el actual parque empresarial valgués está "agotado". Aunque en el municipio vecino de Catoira el existente en la parroquia de Abalo sigue prácticamente vacío.