Aunque se trata de una especie escasa en Galicia, el buey de mar ha incrementado su presencia en las lonjas desde que hace un mes comenzaba la campaña de pesca. En concreto se comercializaron cinco toneladas, una más que en el mismo periodo de 2017, y se ingresaron por ello casi 43.000 euros, lo que representa prácticamente el doble de lo que se había obtenido un año antes.

El precio medio se incrementó en tres euros, situándose en el último mes cerca de los nueve euros por kilo. La cotización máxima en primera venta durante la presente campaña fue de 18 euros por kilo y se estableció en la rula de Burela.

Está claro que no se trata de una especie tan importante como el centollo, pero tiene un tirón considerable en estas fechas, de ahí que el incremento de la producción sea digno de mención.

Este crustáceo se comercializa en una veintena de lonjas gallegas, obteniéndose los mejores resultados en la de Cedeira, con casi 15.000 euros tras la venta de 1,5 toneladas, y en O Grove, que facturó por 814 kilos de buey de mar más de 7.000 euros.

En tercer lugar del ranking -aún provisional- de ventas de buey de mar se sitúa la lonja de Ribeira, con 585 kilos y 6.300 euros; seguida por la de A Coruña, con 772 kilogramos y 4.719 euros; y la de Vigo, que roza los 3.000 euros tras vender 303 kilos de esta especie.

Curiosamente el aumento de descargas de buey desde mediados de noviembre hasta la actualidad, en comparación con el mismo periodo de 2017, se aprecia en prácticamente todas las lonjas de la comunidad salvo en la de A Coruña, donde se registró una caída considerable.