¿Fallaron los protocolos de atención a las víctimas de la violencia machista? ¿Es suficiente una orden de alejamiento impuesta al maltratador para garantizar la tranquilidad de la mujer que da el paso de denunciar? Son algunos de los interrogantes que se plantean tras la entrevista que Eva M.concedió a FARO DE VIGO anteayer martes, y publicada en la edición de ayer. La víctima del tiroteo sucedido la semana pasada en O Grove expresa sus dudas sobre el funcionamiento de los servicios que hay a disposición de las maltratadas, y políticos y técnicos de Igualdad avalaron ayer sus declaraciones.

"Creo que tenemos que cambiar la mirada de todos los estamentos hacia la violencia de género", plantea el alcalde de O Grove, José Cacabelos. "Tenemos que cambiar la mirada todos los poderes, el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Si tenemos a las víctimas custodiadas por policías las 24 horas del día, los siete días de la semana, las estamos identificando allí donde van. Los policías no deberían estar detrás de las víctimas, sino de los maltratadores", opina el regidor.

Eva M.recibió presuntamente dos disparos en su vivienda de O Grove a manos de su expareja, José Antonio Prieto Fernández. Ya lo había denunciado en verano, y los juzgados de Cambados le habían impuesto al varón una orden de alejamiento. Pero él la rompió.

Para José Cacabelos, episodios como éste son la constatación de que "la violencia machista es una realidad", lo que hace que se escandalice ante los argumentos de fuerzas políticas que abogan por retirar la ley de violencia de género. "Según datos del Poder Judicial hay una denuncia falsa de cada mil. No podemos permitir que la anécdota nos impida ver el todo".

Por ello, el alcalde de O Grove entiende que socialmente hay que "cambiar la sensibilidad". "Si no, seremos una sociedad incompleta".

Agente de igualdad

Mónica Novas, que es agente de Igualdad en el Centro de Información á Muller (CIM) supramunicipal con sede en Cambados, opina que hay que mejorar algunos aspectos relativos a la atención a la víctima en sede policial y al seguimiento de los agresores.

Novas plantea que muchas mujeres le transmiten que cuando acuden a denunciar no se sienten bien atendidas, o que tienen la impresión de que se pone en duda su versión. Sobre esto, la técnica de Igualdad argumenta que en los puestos policiales hay un especialista con formación específica en violencia de género, pero que sería necesario que todos los agentes de cada puesto recibiese la misma formación.

"El especialista tiene su jornada laboral de ocho horas y sus días de descanso, y un caso de violencia de género puede sobrevenir en cualquier momento. Por eso tienen que tener una formación adecuada todas las personas que intervienen en la recogida de una denuncia", sostiene Novas.

Eva M., la víctima del tiroteo de O Grove, aludía al hecho de que "fallaron todos los protocolos de atención a la víctima", e insistía en la necesidad de que se controle más a los agresores.

Novas concuerda con ella en que "sí que hay servicios a disposición de las víctimas, pero hay que mejorar la coordinación entre los mismos".

Además, recuerda que existen cursos de formación para los agresores, que imparte el Colegio de Psicólogos de Galicia, en colaboración con la Xunta, pero tiene la impresión de que se están haciendo pocos. Para ella, es un error, porque "el maltratador tendrá otra pareja y es posible que vuelva a agredir".

Por ello, Novas insta a los jueces a que sean más explícitos y severos con las medidas cautelares impuestas a los condenados por violencia de género, ya sea la obligación de portar una pulsera de localización, realizar cursos psicológicos o pautar un régimen de visitas a los hijos en un centro de intercambio familiar.

La técnica destaca de la entrevista concedida por Eva M. a FARO el hecho de que a pesar de la gravedad del ataque que ha sufrido, anime a otras mujeres que estén en su misma situación a denunciar. "Le agradezco que diga que las mujeres deben denunciar, porque es la manera de cambiar algo". Asimismo, la anima a unirse a un grupo de apoyo a víctimas creado a nivel comarcal a instancias del Ayuntamiento de Cambados. Novas plantea que eso podría ayudarle a superar "el trauma psicológico".

El acusado del tiroteo de O Grove se disparó dos tiros en la cabeza, y permanece ingresado en un hospital de Vigo. Está sedado, por lo que los guardias civiles que le custodian todavía no le han podido comunicar formalmente su condición de detenido. Se cree que sufre daños cerebrales importantes a consecuencia de los dos disparos, aunque ese aspecto aún tendrá que ser valorado por los especialistas médicos.