Antes de que el turismo fuera un motor económico y las facturaciones en lonja por la venta de pescados y mariscos resultaran millonarias y se contaran en euros los vecinos de O Grove y vendían queso, chorizos y demás productos de la huerta en la calle, sobre todo en el mercado de la verdura.

Antes, cuando Su Alteza Real Doña Isabel de Borbón, nacida el 20 de diciembre de 1861 en el Palacio Real de Madrid y conocida como "La Chata" -dicen que debido a su pequeña nariz- se dejaba ver por A Toxa, el pueblo de O Grove vivía de lo que cultivaba, de los animales que criaba y de los productos que pescaba.

Y eso volvió a recordarse ayer, de nuevo de la mano de la asociación cultural Enxebre, que volvió a desarrollar su mercado tradicional en la Praza de Arriba, y ya van diecisiete ediciones.

Esta recreación teatral de tintes históricos se complementó con la "III Matanza do Porco" desarrollada en el centro de interpretación de la cultura agraria O Quinteiro de Temperán, que aprovechó sus museísticas instalaciones de Cacheirás (San Vicente) para recordar cómo se sacrificaba antaño a los cerdos criados en casa y escenificó con todo lujo de detalles el proceso de elaboración de las filloas de sangre y otros productos derivados del marrano.

Fue una jornada en la cual los grovenses volvieron a ataviarse con las ropas que usaban sus ancestros y ambientaron los dos acontecimientos citados a modo de fiesta, pero también como lección para los más jóvenes.

De este modo O Grove se reencontró con sus orígenes, para disfrute de los propios vecinos y también de los visitantes, ya que aprovechando el puente festivo y las jornadas de exaltación del centollo -que finalizan hoy mismo- fueron muchas las personas que quisieron acercarse a la villa meca.

Los que se pasaron por el mercado tradicional de Enxebre se toparon puestos de venta de todo tipo de productos -sobre todo de alimentación-, exhibiciones de oficios tradicionales y actuaciones musicales y/o folclóricas.

Además de aprovechar esta propuesta teatral para familiarizarse con una parte de la historia de esta localidad arousana.

Como siempre, la asociación cultural organizadora contó con la colaboración de otros colectivos del municipio, entre ellos Paradanda-Mecos, las pandereteiras de la Asociación de Xubilados e Pensionistas (Asxupen), Mulleres Rurais Adro Vello y Asociación Española contra el Cáncer (AECC); además de tener el respaldo de la Diputación de Pontevedra y el Concello de O Grove.

Por su parte, quienes se desplazaron a O Quinteiro de Temperán, para empaparse en la recuperación de la memoria histórica ligada a la cultura agraria, pudieron asistir a la matanza y degustar filloas de sangre. Una propuesta a la que se da continuidad hoy, en este caso con el proceso de descuartizado del marrano antes de conservar adecuadamente cada una de sus partes, sobre todo en salazón.

No va a faltar una degustación de carne y costilla de cerdo, preparadas a la brasa; al tiempo que se brinda a los participantes la oportunidad de disfrutar de este museo en el que se muestra con un realismo envidiable el modo de vida de las gentes del rural en tiempos para muchos absolutamente desconocidos.