Las catas del suelo, el vallado del entorno y el acopio de materiales constituirán las primeras actuaciones que los operarios de la empresa adjudicataria de las obras de peatonalización y mejora estética de la Plaza de la Independencia, Montajes J.M. Iglesias, llevará a cabo a partir de la próxima semana.

La actuación, enmarcada en el programa "Vilagarcía Avanza", con la aportación de Fondos Europeos, fue adjudicada por 232.000 euros, y tiene como objetivo principal reducir el tráfico en el centro de la ciudad y eliminar las barreras arquitectónicas. Los trabajos se contrataron por casi la mitad del precio de contratación (421.568 euros) al disputarse la adjudicación un total de 19 empresas de construcción.

El proyecto técnico redactado por el arquitecto Leopoldo Iborra tiene cuatro aspectos principales; la renovación de las redes de agua y saneamiento, la peatonalización y mejora de la accesibilidad en dos de las tres calles que rodean la zona verde, así como la modernización y mejora estética de este espacio público.

Las obras también resolverán un problema de seguridad vial, ya que en las inmediaciones existe un colegio y en las horas de entrada y salida de los alumnos hay numerosa gente que abarrota la acera e incluso llega a invadir la calzada, con el consiguiente peligro de atropello. Al ampliarse el espacio de uso peatonal en su entorno, los escolares y sus familias, además del resto de los peatones que circulan por la zona, podrán andar más seguros.

Al peatonalizarse dos de las tres calles que rodean la plaza, se creará un nuevo perímetro arbolado cerca de los edificios y se modernizará la fuente, dando mayor realce al monolito sobre el que se eleva la alegoría escultórica que preside la plaza. La actuación se completará con la colocación de mobiliario urbano y medidas para favorecer el drenaje natural de las aguas pluviales.

Por indicación del Concello de Vilagarcía, Leopoldo Iborra coordinó su proyecto con el redactado por el arquitecto que diseñó la reforma de la Plaza de Galicia, con el fin de que ambas actuaciones estén en sintonía, dada la proximidad de las plazas.

Las calles que se peatonalizarán son la rúa San Roque, desde la intersección con la calle Edelmiro Trillo (colegio San Francisco) hasta el final de la plaza, y la pequeña que va desde San Roque hasta Padre Feijóo.

El pavimento de estas dos calles será de hormigón, combinando con dos tratamientos diferentes para romper la monotonía. El gobierno municipal apuesta por este material por su durabilidad y además necesita poco mantenimiento.

El corredor que queda entre estas franjas y el contorno de los jardines permitirá el paso de peatones y ciclistas. Las nuevas calles peatonales se dotarán de bancos y se plantarán árboles.

Las zonas que discurren en paralelo a la línea de viviendas (actuales aceras) tendrán nuevo pavimento formado por pequeñas losas de hormigón para ganar funcionalidad, ya que debajo pasan las redes de los servicios municipales. En el caso de avería o instalación de nuevos servicios, no será necesario abrir zanjas ya que bastará con levantar las losetas.

El gobierno municipal destaca que el tratamiento que se le dará a la zona ajardinada apenas varía con respecto a su configuración actual, ya que la directriz marcada al arquitecto fue respetar los elementos escultóricos y ornamentales, símbolo del hecho histórico que da nombre a la plaza, como la alegoría del águila imperial napoleónica atravesada por la espada, las anclas de los barcos y el cañón.

El cambio más significativo será la modernización de la fuente central, que se abrirá e integrará en la plaza, eliminando el vaso circular, aunque el agua seguirá teniendo presencia ornamental en el centro de este espacio público.