Comienza la que se conoce como "temporada de lobos marinos". Y esta es una mala noticia, ya que significa que a partir de ahora puede aumentar la presencia de focas en las costas gallegas; al igual que la de delfines, tortugas y otras especies -incluidas las aves- que a causa de los temporales de invierno pueden sufrir graves heridas, enfermar o morir.
Da cuenta de ello la Red de Varamientos de Galicia, participada por la Xunta y la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma).
Un ejemplar en Asturias
La voz de alarma llegaba esta misma semana desde la costa cantábrica, y más concretamente desde Asturias, donde apareció varada una cría de foca de unos 25 kilos de peso y algo más de medio metro de largo.
Inicialmente, según alertó el vecino Iván Rebollar, fue localizada en el acceso al puerto de Tazones, aunque finalmente este lobo marino gris acabó en el Pedrero.
En playas y rocas
A raíz de esto la Cemma lanzó su campaña de vigilancia y rescate, dejando constancia de que entre diciembre y marzo se desarrolla la "temporada de focas" en la costa norte peninsular, y de manera muy especial en el litoral gallego.
Esto implica que cabe la posibilidad de toparse en las playas o entre las rocas ejemplares de lobo marino, sobre todo crías "procedentes de las colonias de cría de las islas británicas", detallan en la Cemma.
Es por ello que solicita la colaboración de pescadores y mariscadores, pero también de la sociedad en su conjunto, animando a los ciudadanos a alertar de cualquier avistamiento de las especies citadas a través del servicio de emergencias 112 o directamente en el número de teléfono de la Cemma, el 686 989 008.
También se pide a quienes puedan encontrar una foca varada en la costa gallega que no se acerquen ni molesten a los animales y que si van en compañía de perros procedan a atarlos inmediatamente.
