El Ayuntamiento de Vilagarcía puso en marcha ayer los pivotes luminosos del paso de peatones que comunica la calle Castelao con el entorno del río de O Con y de Vista Alegre. Al mismo tiempo, entran en funcionamiento los semáforos "reciclados" que estuvieron en la plaza de Galicia hasta su peatonalización, y que habían costado 20.000 euros al anterior gobierno.
Los pivotes peatonales están instalados en hileras a ambos márgenes de la calle, y la parte superior se ilumina en verde cuando los peatones pueden cruzar, y en rojo cuando tienen que esperar.
Los pivotes se corresponden con un novedoso sistema que ya funciona en otras ciudades, como por ejemplo en Pontevedra, en el entorno de la Audiencia provincial.
Hay cinco postes para los peatones, que cubren todo el ancho del cebreado, mientras que el semáforo de diseño tiene un icono para los ciclistas, dado que en el paso hay una parte dedicada también a las bicicletas.
Estos nuevos dispositivos se enmarcan en la reordenación de tráfico que se ha llevado a cabo en todo el centro urbano, convirtiendo Alejandro Cerecedo -la calle perpendicular a Castelao- en una vía de doble sentido.
Muy cerca de esa zona, también en Alejandro Cerecedo, funciona a modo de prueba un paso de peatones "inteligente" cuyo pavimento se ilumina cuando detecta la proximidad de una persona. Está en el cruce con Arzobispo Andrade.
Los promotores indican que "este sistema mejora la visibilidad por las noches notablemente, por lo que supone un paso importante en cuanto a seguridad vial". El dispositivo funciona mediante la iluminación de los extremos de las rayas blancas del paso de peatones
En otro orden de asuntos, los semáforos de Víctor Pita, en el acceso a Vilaxoán por orillamar, fallaron ayer por la tarde por segunda vez, por lo que una patrulla de la Policía Local de Vilagarcía tuvo que desplazarse inmediatamente a la rotonda de Pablo Picasso para evitar el paso de coches hacia Vilaxoán desde esa zona. El fallo se produjo sobre las 20.35 horas.
