Noemí Outeda, la concejala socialista de Igualdad, estaba consternada. No podía contener las lágrimas tras enterarse de lo sucedido, y no solo porque repudia los casos de violencia de género, sino también porque es amiga personal del presunto agresor y su víctima. Sus hijas se criaron juntas. "Conozco a ella, a su pareja y a su hija, de 15 años; tiene la edad de la mía y se criaron juntas, empezaron a estudiar en el colegio Valle Inclán y desde entonces hemos coincidido en infinidad de ocasiones y hemos estado juntos en cumpleaños y todo tipo de fiestas", explica una Noemí Outeda que no da crédito a lo sucedido.

Incapaz de contener las lágrimas relataba tras el triste episodio: "Los conozco mucho, pero sin embargo me enteré hoy -ayer para el lector- de que estaban separándose y de que él tenía una orden de alejamiento, ya que por la ley de protección de datos no tengo referencias de que mi amiga estuviera siendo atendida por el CIM". Lo que sí puede decir, con conocimiento de causa, es que "se trata de una mujer muy sociable y habladora, una chica estupenda". De él, al que también conoce, sostiene que "nunca le encontré absolutamente nada que me diera una pista de que pudiera ser un maltratador o, en este caso, el autor de algo tan terrible como esto; no sé en qué trabaja ni por qué tenía un arma, pero sí que coincidimos en los cumpleaños de nuestras hijas, nos saludábamos por la calle y coincidí con él en la mesa electoral de unas elecciones al consejo escolar, y todo sin problema".

Lo que también tiene claro Noemí Outeda es que EM. A.F "se salvó milagrosamente porque él no tuvo puntería, ya que en caso contrario la hubiese matado; afortunadamente el disparo le pasó rozando y le quemó el cuello y el cuero cabelludo, pero sin complicaciones más graves". La concejala, incapaz de contener las lágrimas, sentencia:; "Lo sucedido fue una sorpresa total y desde luego es algo que todos debemos condenar".