El Ayuntamiento de Vilagarcía saca a licitación la reurbanización de la calle de Vázquez Leis, que es una de las principales arterias de Vilaxoán. Lo que se va a hacer es suprimir las barreras arquitectónicas, situando todo el pavimento al mismo nivel, mejorar la estética de la calle y proceder a la renovación completa de los servicios.

La calle de Vázquez Leis une la avenida de Vilanova con el puerto, y la intención del Concello con esta obra es reformar por completo el tramo comprendido entre el cruce con la carretera comarcal PO-549 (Vilagarcía-Cambados) y la plaza Rafael Pazos. El presupuesto es de 287.000 euros, de los cuales 150.000 proceden de subvenciones, ya sean de la Diputación o europeas.

El gobierno municipal que dirige Alberto Varela sostiene que la actuación forma parte del programa "Vilagarcía avanza", cuya finalidad es conseguir "unos espacios urbanos humanizados y accesibles, con mejores servicios, donde el peatón tenga prioridad sobre los coches".

La Vázquez Leis, actualmente, adolece de problemas serios de movilidad, con aceras estrechas y muchas de las cuales carecen de rampa para las personas discapacitadas. Así las cosas, un aspecto que contempla el nuevo proyecto es igualar toda la calle a un mismo nivel, diferenciando la zona peatonal de la de tránsito de vehículos mediante diferentes pavimentos. En el caso de la calzada reservada a los coches, se utilizará hormigón blanco cepillado, mientras que los márgenes reservados a los peatones se cubrirán de losetas de granito silvestre, similar a las ya existentes en la plaza.

El proyecto desarrollado por el Ayuntamiento de Vilagarcía contempla asimismo una pequeña actuación en la plazoleta que hay en la zona media de Vázquez Leis, antes de llegar a Rafael Pazos, y en la cual se habilitará una zona verde con césped, arbusto de bajo porte y bancos de hormigón con respaldo de madera.

Finalmente, la actuación contempla la renovación integral de los servicios. Así, se van a cambiar las canalizaciones de las redes de saneamiento y de abastecimiento de agua, al tiempo que se soterran los cables eléctricos y de telefonía. La iluminación pública irá con bombillas led e interruptor astronómico, para evitar el consumo en horas de día, y las canalizaciones de recogida de pluviales de los edificios se conducirán a la red subterránea, ya que actualmente desaguan en las aceras. El plazo de ejecución es de tres meses.