El carril único de circulación alterna en Víctor Pita, en Vilaxoán, se puso ayer en marcha a modo de prueba sin grandes problemas. Pero como es habitual en cualquier cambio importante en el tráfico, siempre hay algún despistado. O varios, como ocurrió ayer por la mañana en el vial de orillamar, donde los operarios del Concello de Vilagarcía fueron testigos de cómo varios vehículos se saltaban el semáforo en rojo. "Es que no soy de Vilaxoán" fue una de las justificaciones peregrinas que los trabajadores municipales tuvieron que escuchar.

Entre la depuradora de Ferrazo y la playa de Canelas distan 300 metros. Hay un semáforo en cada extremo para regular el tráfico, pues desde ayer la circulación en doble sentido se concentra en un solo carril (el más próximo al mar queda reservado para peatones y bicicletas), de ahí la peligrosidad de que los conductores se salten el semáforo, pues podrían llegar a producirse colisiones frontales. Ayer los empleados de Ravella tuvieron que llamar la atención a más un conductor (de automóvil y también de bicicleta).

Sobre la marcha se aplicaron cambios en los tiempos de los semáforos inicialmente previstos para mejorar la seguridad en la zona. Al tratarse de una medida nueva, algunos coches iban a una velocidad anormalmente reducida, con cierto miedo a no encontrarse un coche de frente. Por ello se decidió aumentar el "tiempo de solape" entre los dos semáforos, es decir, el tiempo que los dos semáforos están simultáneamente en rojo. Son 34 segundos. En verde cada dispositivo permanece encendido 17 segundos, una duración que permite el paso de unos seis o siete vehículos, según la velocidad. En el peor de los casos, los vehículos tendrán que esperar un máximo de minuto y medio en Víctor Pita para poder continuar su recorrido.

También para incrementar la seguridad vial en este vial de orillamar, el departamento municipal de Obras plantea la posibilidad de adelantar unos metros el semáforo ubicado en la curva de la depuradora. Con ese desplazamiento, los coches que están parados en la señal semafórica pueden ver a los que vienen de frente por el único carril habilitado para el tráfico rodado.

Para separar este carril y el destinado a uso peatonal y de bicicletas, el Ayuntamiento ha optado por colocar bolardos retroiluminados. En la curva más próxima a la playa de Canelas hay varios derribados pero se repondrán en breve, según señalan desde Obras. La hilera de pivotes se ha aumentado hacia la depuradora para cerrar el carril y ampliar la curva, facilitando así el paso de los vehículos de mayores dimensiones, como autobuses o camiones, puesto que si tuviesen que maniobrar para hacer correctamente la curva de la depuradora (en sentido a Vilaxoán) se perdería demasiado tiempo y se obstaculizaría el tráfico. Y es que el carril no presenta una anchura holgada.