La cosas no son fáciles para el sector turístico en esta época del año en los municipios costeros, donde hace frío pero no funciona el reclamo de la nieve y donde las playas que se llenan en verano permanecen desangeladas. Pero localidades como O Grove sobreviven gracias a la Festa do Marisco, que prolonga la temporada alta hasta mediados de octubre, y se mantienen a flote en noviembre, gracias a las jornadas de exaltación de su producto más destacado, el centollo.

Es así como el turismo gastronómico adquiere una significación muy especial, pues junto a la ornitología contribuye a atraer visitantes y, sobre todo, permite que se distribuya en el exterior una imagen positiva de la localidad como destino recomendado también en temporada baja.

Se avanza de este modo en la senda de la desestacionalización, para lo cual resultan fundamentales las "Xornadas Gastronómicas da Centola", que despliegan un abanico de posibilidades y actividades entre las que este año se incluye el programa de la Cofradía do Centolo Larpeiro.

Este colectivo, que preside Víctor Otero Prol, lleva más de un cuarto de siglo dando a conocer O Grove a través del centollo, de tal modo que en cada edición reúne a un buen número de visitantes que se sienten atraídos por este crustáceo y que en muchos casos se sienten tan a gusto que deciden regresar a la villa meca también en otros momentos del año.

Ayer, sin ir más lejos, más de cuatrocientas personas de toda España y Portugal asistieron a los actos correspondientes al "XXVI Capítulo da Cofradía do Centolo Larpeiro", entre los que se incluía un gran almuerzo de hermandad presidido por el propio Víctor Otero.

Junto a él, el secretario general del Consejo Europeo de Cofradías Enogastronómicas, Luis Nunes; su vicepresidenta para España, Rosa Velasco Jiménez; el secretario general de la Federación Española de Cofradías Vínicas y Gastronómicas, José María Rivera Manteca; el patrón mayor de la cofradía de pescadores San Martiño, Antonio Otero Aguín; la vicepatrona, Dolores Gondar Meis; y el presidente de la Federación de Cofradías Enogastronómicas de Galicia, Pedro Piñeiro Lago.

Entre los invitados, representantes de la Cofradía de los Vinos de Alicante, de Gastrónomos do Algarve, Confraría do Queijo Rabaçal, Amigos de los Nabos de Asturias, la Cofradía Gastronómica del Cordero Segureño, el Club de Cata de Vinos de la Región de Murcia, Cofradía Queso Manchego (Toledo), la Orden do Caldo Galego de Mourente o la Federación Madrileña de Lucha.

También rindieron homenaje al centollo meco el Regimiento de Infantería Asturias 31, Cofradía del Queso de Cantabria, Vinos y Viandas de Castilla y León, la Asociación Internacional de Seguridad y Protección Civil, el Capítulo Serenísimo del Albariño de Cambados, el Grupo Cultura y Gastronomía de Oviedo, la Cofradía del Salmorejo Cordobés y Cofradía Amigos del Olivo de Baena.

Al igual que lo hicieron representantes de Gastrónomos del Yumay (Avilés), Amigos de las Fabes, Amigos de los Quesos de Asturias, la banda de Guerra de la Brilat Galicia VII, Cofradía del Vino de la Ribera del Duero, Cofradía del Vino de Cangas, la del Oriciu, la del vino de Rías Baixas, la Luso-Galaica, la del Aguardiente de Orujo de Liébana y la Confraría da Caldeirada de Peixe e do Camarâo de Espinho, entre otros muchos colectivos.

Los asistentes a esta cita con O Centolo Larpeiro asistieron en la carpa auditorio de O Corgo a los actos de su Capítulo anual, en el que se nombró "Guardiana de Honor" a Marina Piñeiro Romay, que "empezó a mariscar con solo diez años y colaboró activamente en el proceso de profesionalización del marisqueo a pie, tal y como lo conocemos hoy, hasta su jubilación".

El mismo reconocimiento se hizo a Antonio Aguín Prol, "que desde muy niño se ha dedicado al mar, como marinero, como mejillonero, o como impulsor y promotor del deporte náutico relacionado con las regatas a remo".

E igualmente es nuevo "Guardián de Honor" José Ramón Ronda Carmona, que con 87 años "es el cofrade de más edad que se pasea por España".

Los actos de O Centolo Larpeiro continúan hoy, si el tiempo lo permite, con una "Excursión Centoleira" para conocer la historia de la villa grovense y una travesía por la ría con almuerzo a bordo del catamarán Fly Delfín, de la empresa cruceros del Ulla-Turimares.

Y como se decía anteriormente, a las actividades de la Cofradía do Centolo Larpeiro se suman otras muchas, entre las que cabe destacar la comida maridaje del hotel Cons da Garda, donde el afamado crustáceo comparte mesa y mantel con la vaca cachena que cría la comunidad de montes de San Vicente de O Grove.

También se organizaban "centolladas" en el restaurante Pan de Millo, entre otros locales del municipio meco, y se servía un aperitivo de centollo en la sesión vermú del Villa Rolendis.