FARO DE VIGO ya advirtió hace semanas de que los intentos por diseñar un plan conjunto de las cofradías de pescadores para gestionar directamente el libre marisqueo había partido la ría en dos. La fragmentación era evidente, y más que lo es ahora, cuando los pósitos se acusan de extraer marisco de forma ilegal e incluso se tiene conocimiento de las primeras amenazas entre mariscadores de a flote, algunas denunciadas ya ante la Guardia Civil.

Parece ser que hay cofradías que se saltan a la torera los puntos de control de capturas establecidos por la Consellería do Mar de acuerdo con el propio sector. Y parece, también, que cuando los vigilantes recriminan la actitud de quienes evitan esos controles son gravemente amenazados.

Para entender la situación hay que recordar que ante la necesidad de diseñar un nuevo modelo para la extracción de bivalvos en las zonas comunes de la ría se formaron dos "bandos".

Por un lado está la Asociación de Rañeiros da Ría de Arousa, integrada por las cofradías de O Grove, A Illa, Cambados, Vilanova, Rianxo y A Pobra. Este colectivo diseñó y presentó a la Xunta una propuesta de plan de explotación, con la intención de que sea de aplicación a partir del 1 de enero de 2019.

Y por otro lado están las otras seis cofradías de la ría, que de momento no se suman a Rañeiros da Ría. Entre ellas hay dos especialmente reacias, como son Carril y Vilaxoán, que incluso plantearon un plan de gestión propio para el libre marisqueo.

Aquí surge el problema de fondo y la principal disputa en la ría. Y es que, según denuncian mariscadores de a flote y representantes de los cabildos, las embarcaciones de Carril y Vilaxoán se han desmarcado de la vigilancia conjunta participada en la actualidad por todas las cofradías de la ría, la cual se ejecuta en las bateas fondeadas en Os Lombos do Ulla y O Bohído.

Lo que hacen tales naves es saltarse ese control del peso cupos "para realizar una pseudo vigilancia paralela, supuestamente, a cargo de los vigilantes de Carril y Vilaxoán, que en realidad permiten extraer más marisco de los cupos establecidos", alertan en el sector.

Esto, lógicamente, es tanto como decir que unas cofradías culpan a otras de favorecer el furtivismo o la pesca ilegal, lo cual contribuye a caldear los ánimos todavía más.

"Es una situación que está creando tensión en el sector y generando enfrentamientos entre algunos mariscadores y los vigilantes de las cofradías que sí están haciendo los deberes y dando cumplimiento al plan de trabajo establecido desde hace años para la gestión del libre marisqueo", reflexionan los rañeiros.

E incluso ponen como ejemplo enfrentamientos concretos, entre ellos el supuestamente mantenido en la batea de control de Os Lombos do Ulla, a la altura de Cortegada, entre un vigilante de la cofradía de A Illa de Arousa y un representante del marisqueo a flote de Carril que es además uno de los principales colaboradores del patrón mayor, José Luis Villanueva.

Fuentes próximas a la Asociación de Rañeiros da Ría de Arousa confirman que ese mariscador carrilexo es uno de los implicados en los enfrentamientos entre rañeiros y estos y los vigilantes. Incluso argumentan que ya ha sido denunciado ante la Guardia Civil.

Para concluir que estas disputas, y sobre todo la extracción de bivalvos que no son sometidos a los controles de peso pertinentes, "ya fueron comunicados a la Consellería do Mar, sin que hasta la fecha se recibiera contestación alguna".