La vulnerabilidad del personal del Punto de Atención Continuada, PAC, de ambulatorio de San Roque, en Vilagarcía de Arousa, por la falta de un servicio de vigilancia, se ha puesto de manifiesto en la madrugada de este martes cuando una de las trabajadoras se encontró con un individuo en la zona de cita previa del centro de salud, cuando el servicio estaba cerrado al público. El personal del PAC demanda la contratación de vigilancia no solo para estos casos, ya que por la noche y de madrugada los trabajadores han tenido que lidiar con gente violenta.

La presencia del individuo ajeno al centro médico en un área totalmente vacía a esa hora fue detectada sobre las tres de la madrugada. Según explicaron sus compañeros, la trabajadora le indicó que allí no podía estar porque no había nadie y, con el mayor tacto posible lo fue llevando hacia las consultas del PAC. El hombre dijo quejarse de dolor en una mano, por lo que fue atendido por un profesional y finalmente se marchó.

En principio, no llamaron a la policía porque, aunque la situación resultaba un tanto extraña, creyeron que se trataba de una anédota más con un gran susto.

Posteriormente, por la mañana, personal del ambulatorio descubrió que una ventana había sido forzada. Lo más curioso fue que, también en el turno de la mañana fue descubierto un individuo ajeno al personal del centro que parecía estar forzando un cajón y que huyó al ser sorprendido en actitud sospechosa.

Se da la circunstancia de que en las últimas semanas se produjeron los robos de dos pantallas del sistema telemático que se instaló a principios del otoño en el centro de salud de San Roque para coordinar las esperas en las consultas médicas y de enfermería.

Los robos se produjeron de madrugada y durante el fin de semana cuando las dependencias del centro de salud estaban cerradas al público y solo quedaba funcionando el PAC.