Eran las once y media de la noche del viernes cuando un tiroteo despertó a los vecinos de Aralde (Vilagarcía). Sucedió en el aparcamiento del bar O Champurro, y resultó herido grave un vecino de Vilanova de Arousa de 36 años, Diego S. Al cierre de esta edición, la Policía Nacional tenía una idea ya bastante clara de quien había sido el presunto autor del disparo, pero no había podido detenerle.

No está claro todavía como sucedieron los hechos, ni por qué. Al parecer, agresor y víctima, se vieron en el aparcamiento del establecimiento hostelero, y el primero de ellos disparó en el pecho a Diego S. Luego habría escapado del lugar, y los testigos llamaron a los servicios de emergencias. Cuando llegaron al punto los sanitarios del 061 y la patrulla de la Comisaría de Vilagarcía, Diego S. todavía estaba consciente, y llegó a dar alguna pista a los agentes sobre la identidad de su agresor.

Estaba tendido en el aparcamiento del bar -sus responsables recalcaron que el tiroteo fue en la carretera, fuera del parking-, y le ayudaba una persona cubriéndole la herida para evitar en lo posible la pérdida de sangre.

Fue trasladado en estado grave al servicio de Urgencias del Hospital do Salnés. Allí, el hombre fue sedado y le conectaron a un sistema de respiración artificial. Presentaba un orificio de entrada por impacto de bala en la parte derecha del tórax, con orificio de salida por la espalda.

Evoluciona bien

Según fuentes consultadas, su estado era crítico, pues además de las heridas causadas por el proyectil, sufría importantes hemorragias internas. Así las cosas, una vez que los médicos de O Salnés pudieron estabilizarle y hacer un diagnóstico de su situación, lo derivaron a Santiago en la ambulancia que está permanentemente a las puertas del Hospital. Iba con él un médico.

El vilanovés permanecía ayer ingresado en el Hospital Clínico de Santiago. Desde el centro sanitario no quisieron facilitar información alguna sobre su estado, pero FARO ha podido saber que tras las primeras horas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), los médicos creen que en principio evoluciona de forma favorable y que está fuera de peligro.

Entre tanto, la jornada de ayer fue de mucho trajín en la Comisaría de Vilagarcía, cuyos agentes tuvieron que tomar declaración a los testigos, mientras otros compañeros peinaban Ribadumia en busca del autor del disparo, pues éste residiría en este municipio, según algunos indicios.

Otros policías acudieron al lugar de los hechos, y volvieron a peinar el aparcamiento del bar en busca de casquillos.

Habría indicios del disparo en una de las paredes que cierran la finca, que está cubierta de uralita. En la parte inferior de la misma, está rota y falta un fragmento. Se cree que se produjo un único disparo, y no ha trascendido por el momento el tipo de arma que habría empleado el agresor.

Mutismo en el vecindario

No parece que abunden las personas dispuestas a relatar lo que vieron o escucharon. Al parecer, no hubo testigos directos de la agresión, y los clientes del bar salieron a la calle tras escuchar una detonación parecida a un disparo. Fue entonces cuando vieron al hombre herido de bala.

Los hechos generaron una gran preocupación en Aralde, una pequeña aldea situada muy cerca de Vilanova, y donde solo hay un local hostelero.