Una familia perdió a primera hora de la mañana de ayer la cocina exterior de su vivienda, después de que se declarase un incendio en la misma. Sucedió en Cores (San Miguel de Deiro, Vilanova) poco después de las ocho, y mientras que los daños materiales fueron cuantiosos no resultó nadie herido ni afectado por el humo.

A falta de que se concreten las causas del siniestro, los primeros indicios apuntan a que unas ascuas de la "lareira" pudieron saltar del fuego y prender en un montón de leña apilado cerca.

El fuego se propagó a toda velocidad, ayudado por el hecho de que las vigas del techo eran de madera. El material aislante y la uralita de la cubierta contribuyeron también a la expansión de las llamas. Los primeros en actuar fueron los dueños de la casa, que contaron con la ayuda de numerosos vecinos. Pocos minutos después llegaron los bomberos del parque de Vilagarcía, que consiguieron controlar el incendio en poco tiempo. Tanto es así que los efectivos que habían salido de la sede de Ribadumia ya no llegaron al punto, y dieron vuelta.

Pero pese a que la extinción se realizó con bastante presteza, los daños materiales fueron muy importantes. Las llamas consumieron varios electrodomésticos, entre ellos una nevera, una lavadora y una secadora, al tiempo que destruyeron la cubierta. Eso sí, se evitó que el fuego pudiese pasar a la vivienda.

Una vez controlado el fuego, el dueño de la propiedad procedía a desescombrar la estancia, donde también tenía un pequeño salón.

Los incendios urbanos son una de las principales causas de siniestros en cuanto llegan los primeros días de frío de otoño. El uso de los aparatos de calor, la suciedad de las chimeneas y las sobrecargas eléctricas suelen ser las causas más habituales.