Al menos sobre cuatro viviendas de Vilagarcía pesa una orden de demolición porque "son incompatibles con el ordenamiento urbanístico". Dos de ellas se encuentran en el poblado gitano de Berdón, donde viven más de 40 familias. Otra está muy cerca de este asentamiento chabolista (en Trabanca Badiña) y la cuarta en Trabanca Sardiñeira, en el lugar de Pelamio. El Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó ayer la orden de derribo de estas dos últimas casas al no poderse realizar la notificación personal a los propietarios, quienes tienen tres meses de plazo para ejecutar la demolición.

María Jesús Mondragón Patiño es una de las vecinas afectadas por la piqueta. Ayer conoció a través de FARO DE VIGO la resolución de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU), aunque para ella este problema no es nuevo, pues "llevamos dos años a vueltas". "Yo sé que estamos ilegales, es suelo rústico y no se puede construir, pero esto es una casa hecha con material prefabricado, con paneles sandwich, y lo que hay ahí arriba es toda una urbanización", dice señalando al poblado de Berdón.

María Jesús vive con su marido y su hija de 14 años en esta vivienda de la calle Extrema, levantada en una finca de herencia familiar que mide unos mil metros cuadrados. Tiene césped y jardín bien cuidado, una piscina desmontable y un cobertizo donde guarda un coche y una moto.

La casa es de planta baja. Consta de una sala-cocina a un vuelo, un aseo y dos habitaciones. Fue construida con posterioridad a 2010. "Aquí hay más casas en suelo rústico, pero se construyeron antes y no tienen problema", declara María Jesús Mondragón.

A la espera de hablar con su abogado para tomar una decisión, cree que lo más probable es que recurra la orden de derribo publicada ayer en el DOG. No obstante es consciente de que tarde o temprano su casa será demolida. "No tengo ninguna esperanza, pero no tengo pensado gastar ni un duro más", asevera.

Su marido tiene un piso en el casco urbano de Vilagarcía, donde vivían antes de trasladarse a Trabanca Badiña. Por tanto si la casa es finalmente víctima de la piqueta, deberán regresar a su antiguo domicilio.

En cuanto a la vivienda ubicada en Pelamio, en Trabanca Sardiñeira, las obras consistentes "en la construcción de una edificación residencial [...] no son legalizables por ser incompatibles con el ordenamiento urbanístico". Por tanto la APLU determina "la reposición de los terrenos afectados al estado anterior al inicio de las obras, así como el cese definitivo de los usos a los que diesen lugar. La orden de derribo deberá ser ejecutada en el plazo de tres meses", reza la resolución. Los afectados disponen de un mes para presentar recurso de reposición.