Los conciertos de Leda Atómica no son conciertos. Tampoco recitales de poesía. Tampoco funciones de teatro. Pero son un poco de todos ellos. Son pop babú, el género creado por estos cinco jóvenes que ensayan en Barrantes y que acaban de quedar segundos en el Xuventude Crea convocado por la Xunta de Galicia, ex aequo con Depedro. Aunque su propuesta de mestizaje de lenguajes artísticos no es una mera puesta en escena.

Como defienden importantes corrientes de la antropología, la música fue durante milenios un hilo que ayudaba tanto a quienes la interpretaban como a quienes la escuchaban a descubrir y entrar en contacto con partes ocultas o dormidas de su espiritualidad. Es por eso que les interesan los ritmos amazónicos (entre sus instrumentos figura un cajón peruano) y conciben a los músicos, "como chamanes modernos. Esa es la línea que nos interesa, lo que estamos investigando", explica Eduardo Apariz, vocalista de la formación. Quizás por ello, el mejor calificativo para las actuaciones de este grupo no sea el de concierto, sino el de ritual.

Leda Atómica nació sin pretensiones hace tres años, en un galpón que se asoma a la calle San Francisco, en el casco viejo de Cambados. Presidiendo sus primeros ensayos, en una fachada, hay una reproducción de uno de los cuadros más famosos de Salvador Dalí, titulado "Leda Atómica". Eso, la filosofía un tanto onírica del grupo, y el hecho de que sus actuaciones tengan mucho de performances hizo que tomasen prestado el nombre del cuadro para la banda. "La temática de nuestras canciones tiene cierto contenido surrealista", añade Apariz, voz de una formación que completan Xosé Luis Sío, Sergio Alfonso, Antón Casais y José María Trigo. Tres de ellos son cambadeses, y los otros dos son de Meaño y Vigo.

Pero Leda Atómica ya lleva trabajando mucho y bien desde antes del Xuventude Crea. Fueron segundos también en sendos certámenes convocados por la EISV, una de las escuelas de audiovisuales de Vigo, y por la Universidade de Santiago, y quedaron finalistas en el concurso de bandas emergentes del Revenidas, donde se da cita la crema' y nata de la música independiente peninsular.

"Del Xuventude Crea lo principal que nos llevamos es que conocimos grupos muy interesantes". Les llamó la atención sobre todo Oîma, una formación folk que fue, a la postre, la ganadora. Eso sin desmerecer la dotación económica del premio, tan necesaria para que las bandas puedan seguir progresando, ya que gracias a ese dinero pueden mejorar sus equipos de trabajo y pagar los desplazamientos.

Como el que harán el día 24 de este mes a Santiago, donde tocarán con una de las bandas independientes gallegas más importantes del momento, Bili Birlocke. Será en la sala Sónar, y Leda Atómica desplegará ese ritual en el que hay música, teatro, poesía, espiritualidad.