Un nuevo reguero de incidencias dejaron las fuertes precipitaciones caídas en la comarca de O Salnés y su área de influencia en la madrugada del sábado al domingo. Una de las principales consecuencias fue el desbordamiento del río Umia que convirtió en un lago las fincas y viñas de su entorno. Tras la tregua de la mañana, el cauce fluvial bajó un poco, pero las tierras continuaban totalmente anegadas.
En Vilagarcía de Arousa volvieron a registrarse acumulaciones de agua en las principales arterias de la ciudad debido a que las alcantarillas no daban abasto. La coincidencia de las lluvias más fuertes, con tormenta incluida, en plena madrugada, hizo menos traumático el anegamiento de las calles y, según los servicios de Emergencias y Protección Civil, la noche resultó tranquila.
El vecino municipio de Catoira sí sufrió más las inclemencias del tiempo, ya que varios árboles cayeron por los efectos del viento y la lluvia; algunos de ellos quedaron sobre el tendido eléctrico, lo que supuso un mayor peligro. Las incidencias se registraron en los lugares de Coaxe, Dimo y Busto y para restaurar la normalidad trabajaron operarios municipales y efectivos de Protección Civil de Catoira.
En Cambados las intensas precipitaciones provocaron en anegamiento de todas las calles del centro. La Praza do Concello quedó literalmente bajo el agua. La fuerza de la lluvia fue tal de madrugada que en el monte de A Pastora arrastró tierra y materia vegetal que quedaron depositados en el camino.
El temporal provocó una manga marina en la ría de Arousa que afectó especialmente a la localidad de Rianxo, según el servicio de la Policía Local.
