La campaña de pesca del centollo comenzó ayer con el largado de aparejos en las provincias de Pontevedra y A Coruña. Se hizo desde primera hora de la mañana, y esto iba a permitir que los primeros ejemplares del "rey de los mariscos" llegaran a puerto a lo largo de la madrugada.

A la espera de ver cómo evolucionan las subastas a realizar durante todo el día de hoy, pero sobre todo a expensas de la evolución de esta importante actividad pesquera en las próximas jornadas, puede decirse que las previsiones son buenas y que el sector aspira a lograr una facturación aproximada de unos tres millones de euros en lo que resta de año.

Esa es la cantidad facturada en la recta final de 2017, cuando se despacharon en las lonjas gallegas nada menos que 348 toneladas de este preciado crustáceo.

Aquellos 3 millones estaban muy por encima de los 2,2 millones obtenidos en los dos últimos meses de 2016 (162 toneladas) y de 2015 (225 toneladas), los apenas 2 millones de 2014 (171 toneladas) y los 1,4 millones de euros ingresados en el mismo periodo de 2013 (123 toneladas de centollo).

Y claro, viendo esa evolución la flota de enmalle tiene la esperanza de que, cuando menos, pueda repetirse desde ahora hasta el próximo 31 de diciembre el buen resultado de 2017.

Hay indicios que invitan a esa confianza, como por ejemplo el comportamiento de las distintas especies en las últimas semanas y el tipo de capturas que llegaban a las redes de los pescadores. En base a esto pronostican que "puede haber bastante centollo" en el fondo de las rías y en la boca de las mismas.

Esta es una apreciación que también puede extraerse de los decomisos efectuados por Gardacostas de Galicia, ya que al recuperar las redes ilegales caladas por los furtivos en las jornadas previas al inicio de esta campaña los funcionarios de este departamento perteneciente a la Consellería do Mar pudieron apreciar que habían "enmallado" una buena cantidad de ejemplares.

Agua revuelta y sin luna

Además las aguas están revueltas después de tantos días de temporal, y ya se sabe que "la revoltura ayuda a que el centollo se mueva" y acabe atrapado en esas redes conocidas como "miños" que los pescadores empezaron a calar ayer.

Otro dato importante a tener en cuenta es que no hay luna llena, lo cual también resulta beneficioso para los intereses de los "centoleiros".

Atentos al pulpo

Por último, la mayor o menor presencia de pulpo, el gran depredador del centollo, también puede influir. Es cierto que el cefalópodo ha repuntado en la segunda mitad de este año, pero aún así está muy lejos de sus momentos de esplendor. Y claro, la lógica dice que a menos pulpo en el agua, más centollo en las redes.

Aunque ya se sabe que con el mar nunca hay nada claro, de ahí la cautela con la que arranca esta campaña y que la flota de enmalle trate de moderar su optimismo, aunque sin peder de vista los buenos resultados del ejercicio anterior.

Abundando en ellos, cabe reseñar que aquellos 3 millones de euros facturados por la venta de 348 toneladas de centollo en noviembre y diciembre de 2017 supusieron un registro que bien podría tildarse de histórico. Sobre todo en la lonja de O Grove, que fue capaz de ingresar en dos meses 657.574 euros por la venta de 49 toneladas de producto.

Demostró así por qué es el puerto más importante de Galicia para esta especie, ya que su inmediato rival en cuanto a facturación, la lonja de A Coruña, se quedó en 546.367 euros, a pesar de haber vendido 36 toneladas más que los mecos.

También tendrán la esperanza de lograr los resultados del año pasado en Ribeira, que facturó 406.000 euros (49 toneladas), y Vigo, que superó los 371.000 euros después de subastar casi 50 toneladas de centollo.

35 kilos de tope

La recta final de 2017 fue igual de positiva en la lonja de Muros, donde se alcanzaron los 184.000 euros; Cambados, con una cantidad similar, después de la venta de casi 14 toneladas; en Bueu, que rondó los 111.000 euros; y en Cangas, con 110.000 euros en los dos últimos meses de 2017.

En resumen, que el centollo está de vuelta gracias a una flota de enmalle autorizada para retirar 35 kilos diarios en cada barco despachado y en cada día de trabajo, junto a 35 kilos más por cada tripulante enrolado y a bordo.