Más de una decena de denuncias recogió en la mañana de ayer la Policía Local de Vilanova tras la colocación de unos maceteros de considerable tamaño en las inmediaciones del cruceiro de San Roque do Monte, en la parroquia de San Miguel de Deiro. Los motivos del malestar vecinal se fundamentan en que la parcela en cuestión siempre ha sido usada por los vecinos, pero cuenta con propietarios que, tras ganar un pleito al Concello de Vilanova por la titularidad de la misma, han decidido cerrar.

Sin embargo, ante la gran cantidad de denuncias, el Concello ha abierto un expediente que, probablemente, acabará con una sanción administrativa, ya que en las oficinas municipales se les denegó la posibilidad de cerrar ese espacio si no se ajustaban al alineado que marca la normativa. El alcalde de la localidad, Gonzalo Durán, apuntaba ayer que "tenemos que ver lo que han hecho, pero es muy probable que les ordenemos la retirada de esos maceteros de forma inmediata". Es más, el regidor apuntaba ayer que "el cierre tiene la licencia denegada, por lo que lo que han hecho no cumple con la ley y deben proceder a su retirada ya".

Esa medida es la que respaldan la mayor parte de los vecinos de la zona, que llevan años utilizando ese espacio, de poco más de 100 metros cuadrados, ubicado frente a la capilla de San Roque do Monte y con un cruceiro en su interior.

El conflicto por este terreno ha provocado una gran indignación entre los vecinos, que no solo censuran la actuación de los propietarios del terreno en el que se encuentra el cruceiro, sino que también apuntan al Concello por "la escasa información que ofrece sobre este conflicto". Así lo apuntaban ayer desde la comunidad de montes de San Miguel de Deiro que reconocían "estar molestos con el Concello por no informar a todos los vecinos de lo ocurrido con la sentencia". Desde la entidad también se lanza un dardo envenenado a sus críticos, "esos que de la noche a la mañana se han mostrado interesados por el monte y por el bien común, pero que no hicieron nada por defender el interés de todos tanto en el conflicto de Xafardán como en éste".

Lo cierto es que el terreno pertenece a una familia por sentencia judicial dictada por el juzgado de primera instancia número 3 de Vilagarcía y ratificada a principios de este año por la Audiencia Provincial tras el recurso presentado por el Concello. En esa sentencia, se resta importancia a los datos del Catastro de 1956 y al amillaramiento de 1946, que apuntaban como propietario de la parcela al Concello y estiman la documentación aportada por los propietarios sobre el dominio del suelo, los títulos, o la escritura de adjudicación de herencia entre otros.