Tras haber entregado a la policía toda la documentación requerida para seguir investigando al abrigo de la "Operación Enredadera", el alcalde José Cacabelos se mantiene firme en los argumentos que manejó hace ya cuatro meses, cuando estalló este escándalo a nivel nacional y en medio salió a relucir el nombre del municipio meco, aunque desde entonces nada más se supiera de todo esto. Subraya el regidor que el Ayuntamiento de O Grove "no tiene relación contractual" con la empresa investigada "a la que se adjudicó la instalación de los semáforos y radares", ya que la concesión caducó en abril y no fue renovada. Cacabelos aprovechó esta operación policial para recordar que durante su etapa en la oposición se mostró siempre contrario a la utilización de los semáforos de foto-rojo, los cuales eliminó cuatro meses después de tomar posesión en la Alcaldía, en junio de 2015.