La flota de la ría de Arousa regresó ayer a puerto con buen sabor de boca tras el primer día de la campaña de la volandeira. La mayor parte de los barcos hicieron bien los topes de capturas, y el marisco se vendió a buen precio en las lonjas. Eso sí, el mal tiempo, que se agudizó a partir de media mañana, frustró la que podría haber sido una inmejorable jornada de pesca, pues fueron muchas las embarcaciones que decidieron volver a tierra con las redes vacías de pescado al aumentar la fuerza del viento y el oleaje.

De Cambados salieron casi 40 barcos con las artes del bou de vara o el rastro de zamburiña. En total, extrajeron 2.920 kilos de volandeira, lo que implica que la mayoría de ellos hicieron el tope de capturas, establecido en 35 kilos por pescador y día.

Las buenas sensaciones se confirmaron ya por la tarde en la lonja de Tragove, donde el bivalvo se despachó a un precio medio superior a los cuatro euros el kilo. La subasta empezó en 18 euros, y el primer mío fue de 8,15, un precio satisfactorio para principios del mes de noviembre. El segundo lote se despachó a 7,55 euros el kilo, y las cajas finales salieron a 2,30 euros. Esto significa que no se llegó al precio mínimo de dos euros el kilo, por debajo del cual las cofradías de Cambados y Rianxo -donde están las flotas principales de volandeira- pararán las pujas, guardando el resto del marisco para otra tarde.

Se confirma así que la volandeira es cada día que pasa un producto más cotizado, y que ha dejado de ser un marisco de segunda categoría y ensombrecido por su prima, la vieira. De hecho, Cambados subió el precio mínimo a dos euros el kilo, porque la pasada campaña estaba en 1,80, y fueron muy contados los días en que se llegó a esa cotización tan baja. En la práctica totalidad de las subastas, la volandeira se vendía por encima de esa cifra. Y así volvió a suceder ayer, pero con un umbral todavía más alto, y situado en dos euros.

Rianxo

Los pescadores de Rianxo también están contentos, según indica el patrón mayor de esta localidad, Miguel Iglesias. Salieron 31 embarcación, y pescaron algo más de 3.000 kilos. Fueron también muchos los barcos que completaron los topes previstos.

En el caso de la lonja rianxeira, los precios fueron ligeramente más discretos. Los mejores lotes se vendieron a 7 euros el kilo, y los últimos, a 2,15.

Esto se debe a que la forma de trabajar de ambos puertos difiere, ya que mientras en Cambados hay varias depuradoras que acuden a comprar volandeira en fresco -y que son las que pagan los precios más altos-, en Rianxo no cuentan con este tipo de empresas, por lo que venden la práctica totalidad de su producción para su transformación en fábrica.

Esta zamburiña es más pequeña, y en consecuencia, más barata. Esta es la razón de que en Rianxo el tope de capturas sea mayor en Cambados -50 euros por pescador y día en el puerto barbanzano, por 35 en el cambadés-, y que la flota salga a pescar también los viernes, algo que en Cambados no hacen.

Miguel Iglesias sí lamentó que solo estén abiertas dos zonas de la ría (la 3.2, que es la comprendida entre A Pobra y Cabo de Cruz, y la 4, que es la de Cambados), ya que "eso ha supuesto una limitación a la hora de pescar otras especies". En lo que se refiere a la volandeira en sí, "el primer día ha sido bueno".