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Joyas prerromanas en el subsuelo de O Salnés

- La fíbula de los leones de Besomaño o una fusaiola de A Lanzada, entre las seleccionadas

La musealización de los 18 castros galaico-romanos de la provincia de Pontevedra se hace imprescindible para el mantenimiento de estos espacios y su proyección como recurso histórico, cultural y turístico. Fomento tiene entre manos la elaboración del proyecto de musealización de estos yacimientos arqueológicos en los que se han hallado piezas de enorme valor para entender la etapa castrexa, anterior a la romanización.

La exposición itinerante "Galaicos" que hasta febrero acoge el Museo Arqueológico Nacional de Madrid es buena prueba del valor de muchas de las piezas que se han hallado durante excavaciones realizadas tanto en la provincia como en O Salnés, de forma más particular.

Hasta la capital de España se han llevado algunas de las piezas más significativas localizadas durante los trabajos en Besomaño (Monte do Castro), A Lanzada (Sanxenxo) y Castro Alobre (Vilagarcía), pues éstas descubren una riqueza excepcional, fruto del comercio marítimo entre el Mediterráneo y el Atlántico en el milenio anterior a la actual Era.

En concreto, en las vitrinas del Museo Arqueológico Nacional pueden verse objetos de gran interés, como el "Askós" que se encontró en el "cuncheiro" de Castro Alobre durante la última intervención arqueológica, finalizada hace dos años.

Se trata de una vasija pintada que los arqueólogos consideran que procede de Ibiza y que llegó a Galicia en ese trasiego comercial marítimo de la época, entre los siglos IV y II antes de Cristo, y que se usaba para guardar pequeñas cantidades de aceite o de vino.

Es una pieza muy especial que los comisarios de la exposición han querido situar en un lugar preeminente junto a otro "askós" muy similar que se encontró en Catoira, procedente de un naufragio.

La que se halló en el Castro de Alobre tuvo que ser recompuesta por los restauradores tras hallar los distintos fragmentos en el "cuncheiro", gracias al cual se conservaron todas las piezas del puzzle.

Esta es la figura más llamativa pues no se dio a conocer hasta que se recompuso la vasija, por lo que es la primera vez que el público tiene ocasión de contemplarla. No por más conocidas dejan de ser importantes otras piezas que se exhiben ahora en Madrid y que luego viajarán a Valencia, Jaén y Pontevedra.

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