El declive de los bancos de libre marisqueo de la ría de Arousa aconseja elaborar un plan de explotación conjunta que dependa directamente de las cofradías de pescadores. Se trata de diseñar calendarios de explotación, afrontar resiembras y limpiezas, realizar tareas de vigilancia y, en definitiva, proteger y mimar los bancos comunes como si fueran las autorizaciones marisqueras de cada uno de los pósitos.

Para ello se formó la Asociación de Rañeiros da Ría de Arousa, dispuesta a asumir el reto y encargarse de la gestión de las zonas comunes. El problema es que, como se alertó en varias ocasiones durante las últimas semanas, esa entidad está integrada por seis de las doce cofradías arousanas, es decir, que aún tratándose de algunas de las más importantes, también es cierto que hay otras tantas que permanecen al margen y dan definitivamente la espalda a este proyecto.

Les dieron plantón

Prueba de ello es que ayer iban a reunirse todos los patrones mayores en el puerto rianxeiro para ultimar el plan de gestión del libre marisquero, pero a la reunión, que ya había tenido que ser aplazada el lunes, solo acudieron los pósitos que ya forman parte de la Asociación de Rañeiros da Ría de Arousa: Rianxo, O Grove, Cambados, A Illa, Vilanova y A Pobra do Caramiñal.

Esto es tanto como decir que los de Palmeira, Ribeira, Aguiño-Carreira, Cabo de Cruz (Boiro), Carril y Vilaxoán parece que no quieren saber nada de esta nueva entidad, pues oportunidades como la de ayer para subirse a ese barco tuvieron de sobra, y sin embargo no lo hicieron.

Así pues, Rañeiros da Ría, bajo la presidencia del patrón mayor de Rianxo, Miguel Iglesias Romero, anuncia que ya no espera más y hoy -último día de plazo- va a entregar a la Consellería do Mar una propuesta de plan de explotación que pueda salvar el libre marisqueo a corto, medio y largo plazo.

Ahora ese borrador deberá ser analizado por la administración, y en caso de que lo apruebe será de aplicación a partir del 1 de enero de 2019.

Desde Rañeiros da Ría piden al departamento que dirige Rosa Quintana que atienda este plan específico de explotación marisquera en las zonas libres, "dada la imperiosa necesidad de impulsar una gestión equilibrada y sostenible de los recursos".

Se presenta la propuesta "de acuerdo con una demanda social de trabajo y la legítima pretensión de miles de productores de obtener una renta digna y una estabilidad laboral, tanto si pertenecen como si no a esta asociación".

Como se explicaba anteriormente, una vez presentado el plan la pelota está encima del tejado de la Consellería do Mar, que debe decidir si le sirve con esta propuesta para dejar la gestión del libre marisqueo en manos del propio sector, que es algo en lo que lleva incidiendo la administración desde hace años.

Sin reparto de terreno

El problema es que si la acepta deja al margen a seis cofradías, algunas de las cuales solo están dispuestas a asumir la gestión directa del libre marisqueo si se les entrega una parte de las zonas comunes, y ese reparto de terreno no va a producirse.

Llegados a este extremo, desde la Asociación de Rañeiros de Arousa piden a la Xunta que actúe como hizo en el pasado en la ría viguesa, "donde la peculiar postura de una cofradía no impidió avanzar, gracias a la sensata decisión final de la Consellería do Mar, en el plan de gestión presentado por la mayoría del sector, aglutinado en la Asociación de Marisqueo a Flote da Ría de Vigo".

El ejemplo de Vigo

Para que esa situación se reproduzca en Arousa "y se alcancen tan buenos resultados productivos y económicos como lo que se están obteniendo en los bancos marisqueros de Vigo, dotados de inversiones para regeneración y vigilancia con cargo al Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), debemos contar con la decidida voluntad de la Consellería do Mar".

Se insta así a la Administración autonómica a "apoyar firmemente y con vocación integral todas las medidas y todo tipo de actuaciones efectivas que presentaremos para la gestión de los recursos y la regeneración de los bancos marisqueros en 2019".

Del mismo modo se pide el respaldo de la Xunta para financiar "las infraestructuras o proyectos necesarios para la conservación y restauración de la biodiversidad y de los ecosistemas marinos en el marco de actividades marisqueras sostenibles, ya sea a través de fondos propios, estatales o europeos".