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Cruce de ataques entre el PP y la izquierda por el coste de 1.200 euros del pleno extraordinario

- Aragunde acusa al cuatripartito de convocarle tarde y mal - Charlín dice que el PP votó en contra solo para hacer daño

El Partido Popular y la izquierda en el gobierno de Cambados se culpan mutuamente de tener que celebrar un nuevo pleno la semana próxima para aprobar unas facturas que fueron rechazadas en la sesión del jueves pasado. El nuevo pleno costará a las arcas municipales más de 1.200 euros, pues hay que pagar a los concejales las dietas por asistencia.

Luis Aragunde, del Partido Popular, argumenta que "votamos en contra en dos puntos por diferentes cuestiones". En primer lugar, explica que cuando le presentaron la propuesta de gasto del superávit "ya era una propuesta cerrada", en la que el PP no pudo hacer ninguna aportación. Además, aduce que hace meses que ha solicitado documentación sobre algunos proyectos, "y aún no me la han dado". "Quería proponer que el superávit se destinase a la ampliación de algunos de esos proyectos".

En segundo lugar, el líder de la oposición dijo que "ya estamos cansados de que se nos convoque a última hora y de que encima hagan las cosas mal". Se refiere al hecho de que, según su versión, les convocaron para el pleno del jueves el martes. "A nosotros nos criticaban porque los convocábamos el lunes por la mañana, y ahora ellos llevan todo el mandato convocando el martes". Pero es que, además, prosigue, la convocatoria estaba mal hecha, pues no recogía las mociones de los partidos políticos.

Lo que se hizo fue votar su inclusión por la vía de urgencia, pero el PP votó en contra de la misma. Eso impidió el debate y votación de las mociones, lo cual también perjudicó a los populares, pues no pudieron debatir la suya sobre el área metropolitana. "Lo hicimos porque estamos hartos de que intenten tomarnos el pelo. Esto ha sido un toque de atención. No podemos permitirles que hagan lo que quieran". Aragunde añade que, además, algunas facturas tenían "reparos de Intervención".

Plantea que el PP votó en contra, "porque tenemos derecho a votar lo que consideremos que es lo más oportuno para el pueblo de Cambados". "Si hubiésemos actuado a mala fe, habríamos votado en contra en los demás puntos, y no fue así".

Sobre el coste de 1.200 euros del pleno extraordinario -que será este martes-, plantea que "la culpa de que se gaste ese dinero es del cuatripartito, que no deja de hacer las cosas mal", y les afea que "llevan todo el mandato así, convocando plenos todos los meses que después rellenan con mociones de fuera de Cambados con la única intención de cobrar".

Versión de Charlín

El concejal de Facenda, Xurxo Charlín, declaró por su parte que "el PP fue imprudente. Por su culpa, nos arriesgamos a que los proveedores y los trabajadores municipales tarden más en cobrar. El PP votó en contra para sacar rédito político por la falta de dos concejales del gobierno. Si estuviésemos todos, se abstendrían".

Además, dijo que si bien el nuevo pleno costará 1.200 euros, "tenemos que celebrarlo, porque si no podríamos perder 200.000". Sobre los reparos de Intervención, explica que "se deben a que son facturas por obras o servicios de 2017, pero los proveedores no las presentaron hasta 2018".

En el pleno del jueves figuraba un punto para aprobar la asignación de 126.000 euros del superávit al pago de facturas atrasadas, mientras que en otro se pretendía ratificar la asignación pendiente de la subida salarial aprobada hace un año por el Estado para los funcionarios. Pero ambos fueron rechazados porque el gobierno estaba en minoría, al faltar dos concejalas del BNG, y votar el PP en contra.

El portavoz del BNG, Víctor Caamaño, explica que la fecha del pleno no se supo hasta casi última hora, pues estuvo pendiente de la agenda de algunos concejales, y que cuando finalmente se fijó para el jueves -sobre el papel, se tienen que celebrar los últimos jueves de cada mes- sus dos compañeras de grupo ya tenían compromisos laborales que no podían suspender.

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