Como en muchos otros lugares, Podemos empezó en O Salnés con un pequeño grupo de gente muy entusiasta. Los focos se posaron sobre ellos por primera vez tras los sorprendentes resultados que Pablo Iglesias y su gente obtuvo en las elecciones europeas de mayo de 2014. El grupo de Vilagarcía se reunía por aquel entonces en el piso superior de un bar de la Alameda.
El proyecto creció en poco tiempo como la espuma: en octubre de 2014, con media España aún embelesada con el discurso de Iglesias, el partido morado ya tenía 150 militantes en la comarca, con círculos activos en Vilagarcía, Cambados, Vilanova, Sanxenxo y O Grove, y con gente en Ribadumia y Meaño. Hoy, cuatro años después, Vilagarcía y Sanxenxo son en la práctica los últimos reductos activos de la formación en O Salnés, aunque tengan gente trabajando en otras poblaciones, pero sin una estructura municipal como tal.
Recomponer el andamiaje municipal del partido podría ser una de las líneas de trabajo de su nuevo secretario general gallego, Antón Gómez-Reino, que se ha impuesto a Carolina Bescansa en las primarias de Podemos.
Se antoja un reto al que habrá que dedicar muchas horas, pues buena parque de los simpatizantes que llegaron atraídos a Podemos gracias al fulgor de Pablo Iglesias y de sus éxitos electorales se han ido tras renunciar el partido a las municipales de 2015, mientras que otros están ahora en la órbita de las "Mareas" de signo nacionalista.
Hoy, el único círculo que permanece activo como tal en O Salnés es el de Sanxenxo, que cuenta con 14 militantes, según la documentación de Podemos. En Vilagarcía, cuyo círculo llegó a tener en su día más de 70 personas, siguen reuniéndose periódicamente, si bien su actividad como Podemos se ha diluido mucho y la afiliación ha bajado. Están integrados en el movimiento Por unha Marea na Vila, donde comparten espacio con Esquerda Unida o Somos Maioría.
Sin "concejales"
Entre la gente próxima a Podemos y los de Izquierda Unida -hoy ligados a Podemos a nivel estatal-, la formación morada habría obtenido en O Salnés 11 concejales en los comicios de 2015, una cifra nada desdeñable. Pero, hoy, en la práctica, Podemos no puede presentar como suyo a ni uno solo edil en la comarca arousana.
¿Qué ha pasado para que se produjese esta situación en una comarca donde Podemos estaba llamada a convertirse en la tercera fuerza por número de afiliados? En opinión de un antiguo dirigente del partido, que prefiere mantenerse en el anonimato, la dirección de Podemos se equivocó cuando en 2015 algunos de los simpatizantes más activos de O Salnés quisieron dar el salto a la arena política con la marca de Podemos, y la dirección les cortó las alas. "Lo que se produjo con eso es que la gente se buscase la vida por su cuenta, y que al final terminase en la órbita de las Mareas".
Así, se abrieron las puertas a las llamadas candidaturas instrumentales, que si bien acudieron a los comicios con el halo de partido alternativo al statu quo tradicional que tan bien estaba enarbolando Podemos, a la hora de la verdad no pudieron sacarle todo el jugo al rebufo de imagen favorable que tenía la marca Podemos.
Otras fuentes, sin embargo, difieren de esta lectura, y achacan buena parte de las bajas a gente que concibió la política como un atajo para medrar profesionalmente. Según estas fuentes, en las elecciones de 2015 se pusieron sobre la mesa algunos proyectos de fiabilidad política más que dudosa. Los círculos tenían autonomía para respaldarlos o no, y no los apoyaron al no confiar en ellos.
