Los descendientes de Ramón Fontenla Búa, entre ellos sus hijas Angélica y Ester, se muestran especialmente agradecidos al Faiado da Memoria por la ceremonia de reconocimiento que se le tributó en la sede de la asociación en la céntrica plaza de Ravella.

En el local se colocó una placa que se encargó con destino al Obelisco que desde hace unos meses luce en O Cavadelo, un lugar al que fue "exiliado"por las autoridades municipales, aunque sin pensar que su mirada se dirige a lo lejos al Buenos Aires que acogió el resto de sus vidas a la familia del canteiro.

Por ello, el próximo 26 de octubre, todos los que puedan de la familia volverán a Vilagarcía al acto que el Ayuntamiento ha organizado para inaugurar el monumento que en su día fue la gran referencia de Vilagarcía. Margarita Teijeiro recuerda aquellos años y los vilagarcianos "nos encontrábamos al pie de este emblemático obelisco", una columna que como las de Trajano han marcado el devenir de la ciudad de Vilagarcía en el último siglo. Punto geodésico de la memoria.