Después del "cambio de criterio"aplicado por la Diputación de Pontevedra para dejar de colaborar económicamente con el Centro Ocupacional para Discapacitados (CODI) de Valga, el alcalde conservador José María Bello Maneiro ha querido tranquilizar a los usuarios y sus familias.

El regidor se ha reunido con ellos y les ha garantizado que, como estaba previsto y se hace desde 2016, las arcas municipales seguirán haciéndose cargo en solitario del servicio. Para ello el gobierno dispone de una partida suficiente en el presupuesto de este año y anuncia que el de 2019 "volverá a contemplar la financiación prevista para este centro de discapacitados". En este sentido, "tanto el servicio, del que nos sentimos muy orgullosos, como los puestos de trabajo, están plenamente garantizados también el año que viene ", proclama el primer edil, no sin antes advertir de que la postura del gobierno provincial "los puso en riesgo".