Las obras de soterrado del cableado eléctrico de Fefiñáns han deparado una sorpresa, pues durante una de las excavaciones ha aparecido parte de un muro antiguo, que según el técnico municipal de Patrimonio, Javier Montero, podría estar relacionado con el pazo de Fefiñáns. De ser así, se trataría de un hallazgo arqueológico de primer nivel, habida cuenta de que el palacio es uno de los monumentos y reclamos turísticos más importantes de O Salnés, y tiene la catalogación de Ben de Interese Cultural.

Sin embargo, Montero pide "cautela". Si bien la primera hipótesis es la de que el muro formase parte de uno de los antiguos arcos que unían el palacio con las demás construcciones de la plaza, el técnico de Patrimonio aclara que todavía es muy pronto para realizar esa afirmación sin temor a equivocarse. "Por ahora solo tenemos un metro de muro, tenemos que ver como sigue". En cualquier caso, añade Javier Montero, "hay que ser cautos, porque lo que vemos ahora no indica aún una posible zapata o los cimientos del hipotético arco".

Así las cosas, lo que se va a hacer es continuar con la excavación, para ver por donde continúan los restos pétreos localizados, y ver como terminan. Será entonces, una vez conocido todo el lienzo, cuando los técnicos puedan confirmar o desmentir que el muro formó parte de un antiguo arco u otra construcción complementaria al pazo de Fefiñáns.

Sea como fuere, el concejal de Obras de Cambados, José Ramón Abal, advierte de que el hallazgo arqueológico no impedirá continuar con los trabajos. Eso sí, ahora será necesario redefinir la zona de paso del cableado eléctrico. Abal argumenta que no podrían parar los trabajos, "porque vamos justos de plazos, y tenemos que justificar la obra en diciembre". De lo contrario, perderían la subvención del Plan Concellos.

El Ayuntamiento está soterrando el cableado eléctrico para eliminar dicho foco de feísmo visual. Los trabajos cuestan 80.000 euros, y tienen un plazo de ejecución de dos meses, durante los cuales el tráfico está cortado en la zona. Este hecho, que algunos hosteleros y comerciantes han cuestionado, podría ser otro argumento que pesó a la hora de decidir seguir con los trabajos pese a la aparición del muro.

Ya el anterior gobierno de Cambados había tenido en agenda el soterrado de los cables de la Rúa Real. El actual empezó a gestionar la actuación en la segunda mitad de 2015, pero por una razón u otra, no empezaron los trabajos hasta este mes de octubre.

Uno de los motivos de la demora es que la Dirección Xeral de Patrimonio de Pontevedra se negaba a darle el visto bueno a la actuación mientras no firmase el proyecto un arqueólogo, y el Ayuntamiento no podía cumplir con ese trámite al no tener ninguno en plantilla.

Finalmente, las dos administraciones llegaron a un acuerdo, y Patrimonio estará a partir de ahora muy al tanto del resultado de las nuevas catas arqueológicas que se hagan en la zona.