La Xunta de Galicia inició ayer la puesta a punto de cuatro viaductos de O Salnés mediante el cambio de sus juntas de dilatación. Lo hizo en el puente de A Illa, al tratarse de la obra más laboriosa y más necesaria, pues en los últimos días se produjeron varios pinchazos en vehículos, que según los técnicos podrían haberse debido al mal estado de la junta situada en el extremo de A Illa. Además, los trabajos se acometerán también en tres puentes de Vilagarcía.

El delegado de la Xunta de Galicia en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, acudió a A Illa para hablar de este paquete de obras en las infraestructuras viales. Lo hizo minutos después del comienzo de los trabajos, que afectarán al tráfico hasta el miércoles o el jueves de esta semana, y posteriormente, entre el lunes y el miércoles de la próxima. Durante estas jornadas, la circulación estará regulada mediante un semáforo de obra, de modo que el paso de vehículos será alterno por un solo carril.

Las juntas de dilatación son los dispositivos que absorben el movimiento de las placas que forman los puentes, derivado del paso de los vehículos e incluso de los cambios de temperatura bruscos que se producen a lo largo del año. La vida útil de estas juntas depende mucho del número de vehículos que transitan por el viaducto, de modo que se conocen casos en los que duraron más de 20 años, y otros en los que es necesario cambiarlas cada 10 o 12. Entre estas últimas se encuentran las de A Illa.

La que se va a renovar en el puente de A Illa es la situada en el extremo insular de la infraestructura. En cuanto a los viaductos de Vilagarcía en los que se va a trabajar, se encuentran el que salva la vía del tren en la PO-548, entre el cementerio de Carril y la gasolinera de O Salgueiral; uno de los dos de la PO-305, llegando ya al polígono industrial de O Pousadoiro; y otro de la circunvalación norte de Vilagarcía, la VG 4.7, que enlaza Carril con Baión. El presupuesto conjunto es de 48.400 euros, e incluye dos actuaciones en uno de los accesos a Lalín por la sierra de O Candán.

Esperaron a pasar el Pilar

En una mañana marcada por el frío y el viento, Tourís explicó que han esperado a empezar la obra de A Illa para no causar trastornos en el tráfico, "durante la Festa do Marisco de O Grove, ya que aumentó el número de visitantes a la comarca". Tampoco se quiso actuar antes puesto que en verano el paso de vehículos por esa zona se dispara. Fue entonces cuando se detectó el desperfecto, pero según la Xunta de Galicia una empresa especializada visitó la zona y manifestó que la seguridad vial estaba igualmente garantizada.

Los técnicos explican que la obra de A Illa costará 18.500 euros, y que los desperfectos se deben a que durante el verano se desprendió una de las piezas metálicas que integran la junta. En el caso de la otra, situada en la zona continental, se cambió recientemente, coincidiendo con la reforma integral del viaducto.

Tourís dijo también que el dispositivo que se va a reponer es especial por las características del puente, de casi dos kilómetros de longitud, lo que obliga a que los elementos de absorción de impactos sean también de mayores dimensiones. Así, las juntas de A Illa tienen la capacidad de moverse hasta 75 centímetros, cuando lo habitual es que ronden los cinco.

Ésta es la razón de que la obra de A Illa vaya a ser más costosa, en tiempo y dinero. Tourís estuvo acompañado por los concejales isleños Luis Arosa y Alfonso Salgado. Este último planteó que para evitar las retenciones de tráfico que se producen al regreso de las playas en verano sería positivo desviar parte del tráfico hacia O Terrón.