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Juan Blanco: "Lo que más pide ahora mismo el pueblo de Barrantes es que haya Policía Local"

"Hay una falta de civismo muy grande por parte de alguna gente"

Juan Blanco. // Iñaki Abella

Juan Benito Blanco Vilar se estrenó en los movimientos asociativos hace 17 años, cuando participó en la fundación de la Agrupación Músico-Cultural, en cuya primera directiva estuvo. Hace cuatro años, se puso al frente de la asociación de vecinos San Andrés de Barrantes, para relevar a la fallecida Remedios Álvarez. El pasado fin de semana fue reelegido en el cargo. Su intención era echarse a un lado, pero la falta de un candidato dispuesto a asumir la presidencia forzó su reelección.

-Al final no hubo relevo. ¿Se implica menos la gente ahora en las asociaciones que hace 17 años, cuando empezó en la Agrupación Músico-Cultural?

-La gente no tiene inconveniente a la hora de hacerse socia, pero sí que participa menos. Antes, la gente se implicaba más. Convocabas una asamblea y el local se quedaba pequeño. Hoy, cuando organizamos una actividad, a veces hay más gente de fuera que de la parroquia.

-Las asociaciones de vecinos han perdido buena parte de su carácter reivindicativo.

-La asociación de Barrantes fue en su día muy reivindicativa, como por ejemplo cuando nos llevaron el médico para Ribadumia. Hoy lo es menos, pero sigue habiendo ocasiones en que los vecinos reaccionan, como sucedió con las obras de la iglesia.

-¿Cuáles son hoy las principales necesidades de Barrantes?

-Lo que más pide ahora mismo el pueblo es que haya Policía Local. Barrantes ha crecido demasiado, y eso se nota en el tráfico. La gente aparca como le da la gana y hay que ponerle remedio a eso. También creemos que hay una falta muy grande de civismo por parte de alguna gente. Hay quien deja los muebles tirados al lado del contenedor en vez de llevarlos al punto limpio, y quien nunca recoge los excrementos de los animales. Si hubiese Policía Local, esa gente respetaría un poco más.

-Lleva muchos años en primera línea de los movimientos asociativos. ¿Qué es lo que más le satisface de esta labor?

-Cuando organizamos una actividad y el día que empieza vas por allí y ves el local lleno. Eso es lo más bonito que hay.

-¿Sigue existiendo convivencia de pueblo en Barrantes o eso se perdió tras el "boom" urbanístico de principios de siglo?

-Hoy hay menos. No hace mucho, todos nos conocíamos a todos, y eso hoy ya no pasa porque Barrantes tuvo un crecimiento descomunal. Hoy, frente a la sede de la asociación hay un edificio de viviendas lleno de gente, y no conozco a nadie de los que viven en él. El punto de encuentro social más grande que tenemos ahora mismo en Barrantes es la escuela de música que lleva la Agrupación Músico Cultural. Los viernes se juntan allí hasta 200 personas.

-La actividad en las asociaciones le ha quitado tiempo para su familia, para su actividad profesional y para su ocio. ¿Se arrepiente de haber dado ese paso?

-No. Le tenía un cariño inmenso a Remedios Álvarez y me sentí orgulloso cuando me propusieron continuar con su obra. La de Barrantes es una asociación digna de llevar, y tengo unos compañeros en la directiva de los que también me siento muy orgulloso.

-A menudo se dice que la política es dañina cuando se inmiscuye en las asociaciones. ¿Es así?

-En algunas cosas sí que es mala. También hay que pensar que hoy en día los concellos compiten de algún modo con las asociaciones, porque ofertan las excursiones y los cursos que organizábamos nosotros, pero a un coste menor.

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