Los vertidos afectan a todos los municipios de la comarca, algo que ha impulsado a la Mancomunidade a redactar un reglamento común para todos y en el que el objetivo es incrementar, de forma considerable, las sanciones a todas aquellas empresas que no cumplan con los parámetros de depuración a los que obliga la normativa.

Sin embargo, Caamaño reconoce que el reglamento se ha encontrado con un problema administrativo que "estamos tratando de resolver, y es que las muestras de un vertido deben ser custodiadas por un agente de la Policía Local, un servicio que no se presta en todos los municipios de la comarca y que ha ralentizado la redacción del mismo".

Pese a ello, el edil espera que ese reglamento pueda estar listo lo antes posible y acabar con problemas como el que genera de manera habitual el pozo de bombeo de Pontearnelas, muy próximo al río Umia y donde se han denunciado vertidos de aceites cada vez que llueve. "Necesitamos un reglamento sancionador mancomunado y que todos los concellos unifiquen sus criterios a la hora de sancionar, ya que a las empresas que incumplen no les puede salir gratis esta situación por los problemas que crean", explica Caamaño.

El edil cambadés no duda en afirmar que la red de alcantarillado y de depuración de aguas residuales "tiene un serio problema estructural y la Xunta de Galicia debe asumirlo por el bien de la ría de Arousa; hay problemas graves en la red, con tramos donde no existe separación de aguas residuales y pluviales, lo que provoca un exceso de caudal que colapsa las estaciones depuradoras".