La Diputación de Pontevedra y los Ayuntamientos de Vilagarcía, Caldas de Reis y Portas continuarán adelante con el proyecto de la Vía Verde do Salnés sin la Xunta de Galicia. Así lo afirmó ayer la presidenta provincial, Carmela Silva, que anunció que en este último trimestre del año se sacará a licitación la obra para convertir el terreno que ocupaban las viejas vías del tren en sendas por las que pasear y andar en bicicleta y no perder los recursos.
Pero el trayecto previsto en un principio se acortará debido a la falta de financiación del Gobierno gallego. "Habría que preguntarle a la Xunta qué pasa con la Vía Verde, porque no sabe ni contesta ni se le espera. Vamos a delimitar el espacio que va a pagar la Diputación y los concellos", precisó Silva.
Así, una de las partes que se quedan fuera del proyecto es el puente de hierro sobre el río Umia, considerada una de las grandes obras de la ingeniería ferroviaria del siglo XIX. El compromiso adquirido por la Consellería de Medio Ambiente en su día era sufragar el 35% de la actuación.
El proyecto de la Vía Verde fue redactado por los técnicos de la Fundación de Ferrocarriles Españoles. Su plazo de ejecución es de diez meses y abarcaba 9.195 metros de longitud. El trazado se repartía entre los 1.795 metros que discurren por Vilagarcía, en la parroquia de Rubiáns, 4.917 por Caldas de Reis y 2.483 metros en Portas, hasta las inmediaciones de la vieja Azucarera.
